El Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas en la
búsqueda de enriquecer el actual debate sobre el sistema de
educación superior frente a los desafíos de la sociedad del
conocimiento convocó a todos los actores a un debate que se
llevó a cabo en el Congreso Nacional, y en el cual se analizaron
muchos de los temas que afectan a la educación superior
del país.
Dado el aporte realizado durante más de un siglo por las universidades
chilenas, el Cruch estima que tiene un mandato
para contribuir en la discusión que el país ha iniciado, para
generar nuevas políticas nacionales en el ámbito de la educación
superior. Las instituciones del Consejo de Rectores tienen
una singularidad, representan valores y bienes públicos
que están ligados íntimamente a la constitución y función que
han llevado a cabo desde su fundación, y que los conducen a
reafirmar, en el presente, su compromiso con el progreso social
de Chile y su gente. Como expresión del aporte a bienes
públicos, las universidades del Cruch, consideran que un debate
abierto y plural enriquece a cada de las instituciones de
educación superior.
En la convocatoria y en el debate mismo se analizaron las
posibilidades de integración de las regiones al desarrollo de
un país, y sobre las cuales las universidades están llamadas a
multiplicar sus esfuerzos para descentralizar el conocimiento,
la ciencia y la cultura, para lograr un desarrollo social y productivo
equitativo entre las diversas zonas geográficas del
país. La descentralización de las capacidades y potencialidades
humanas, y de aprovechamiento de las bondades naturales
y oportunidades que ofrece el entorno es un bien público
que no puede ser satisfecho con la mera concurrencia de intereses
económicos privados. Es el resultado de una estrecha
interacción entre los propósitos y estrategias de los gobiernos
regionales y locales, y las universidades; como también, entre
dichos actores y el sector privado, según lo señala el documento.
El conocimiento puesto al servicio del
país, genera condiciones de bienestar
que lo hace más próspero, más
igualitario más inclusivo. En general,
favorece la creación de condiciones
para una mejor calidad de vida.
En el tercer panel, “Contribución de la ciencia y la tecnología
en el desarrollo del país” los ponentes fueron los rectores
de nuestra universidad y de la Alberto Hurtado (ver más información)
En el diagnóstico hecho por el Rector se señaló que tanto
en las universidades de investigación como en las de innovación,
y con mayor énfasis en estas últimas, las características
de la institución tienen un impacto en la formación de los profesionales
por el contacto con nuevas tecnologías, una mayor
apertura a nuevos desafíos, y una mayor capacidad para crear
nuevas empresas y redes. Además, estas universidades por
exigencias de su misión cuentan con mejores recursos humanos,
reflejados en un más alto porcentaje de académicos con
grado de doctor y mejor infraestructura, fundamentalmente de
laboratorios. Las otras dos características son su mayor vinculación
con la sociedad y la capacidad de generar ingresos
provenientes de su actividad de investigación.
Indicó los aportes realizados por la CyT a la creación de capacidades
humanas y físicas indispensables para la realización
de investigación, desarrollo e innovación; a la generación
de conocimientos y servicios especializados, como consecuencia
de la ejecución de proyectos y actividades de I+D+i;
a la creación de empresas de base tecnológica, a partir de los
resultados de proyectos; a la atracción y retención de talento,
por parte de las instituciones de investigación, con el consecuente
beneficio para el país; generación de riqueza y atracción
de inversiones, como consecuencia del empleo y la transferencia
de resultados de las investigaciones; a la vinculación
con la sociedad a través de acciones de difusión y solución de
problemas de interés.
En todo ello, se requiere tener presente que la ciencia y tecnología
juegan un rol preponderante y es responsable de su
existencia, consolidación y materialización. Es más, el desarrollo
de un país está condicionado a la capacidad de innovar
y crear valor.