En estos 10 años los científicos lograron inventariar y validar más
de 200 mil especies diferentes, entregando a la humanidad una
nueva imagen de los océanos.
En octubre de este año se
cerraron 10 años de investigaciones
en torno al Census of
Marine Life (Censo de la Vida
Marina, CoML), un esfuerzo
científico internacional sin precedentes,
orientado a determinar
la diversidad, abundancia
y distribución de las especies
que habitan los océanos.
La iniciativa involucró a dos mil
setecientos investigadores de
80 países en la elaboración del
primer y más completo catálogo
de las formas de vida en el
mar. Con el aporte de 65 millones
de dólares dispuestos por
Sloan Fundation para la coordinación
del programa y 650 millones
de dólares invertidos en
los diversos proyectos asociados,
en estos 10 años los científicos lograron inventariar y validar
más de 200 mil especies
diferentes, entregando a la humanidad
una nueva imagen de
los océanos.
Los principales resultados del
programa fueron revisados el
lunes y martes en el simposio
El Censo de la Vida Marina y la
contribución de Chile a una década
de descubrimientos que
se llevó a cabo en el auditorio
Telefónica, en Santiago, bajo la
convocatoria de la Universidad.
La reunión contó con la participación
de 9 científicos internacionales
asociados a diversos
proyectos del Census y
de investigadores nacionales–varios de nuestra casa de estudios-
quienes analizaron la situación
actual de la biodiversidad marina y sus proyecciones.
Y aunque los avances globales
han sido extraordinarios, la
tarea aún está incompleta, especialmente
en nuestro país,
como afirmó el rector Sergio
Lavanchy en la inauguración
del encuentro. “Por eso creemos
que una buena idea sería
adoptar el modelo de trabajo
que ya ha probado ser exitoso;
buscar los recursos y motivar a
los científicos en una tarea muyútil para la industria y para todas
las actividades económicas
en cualquier país”, dijo.
Justamente, para el vicepresidente
de CoML, Víctor Ariel
Gallardo, uno de los aportes
del programa a Chile ha sido
este modelo de colaboración
que, en su opinión, puede serusado para convencer a quienes
toman decisiones a nivel
nacional sobre la importancia
de invertir para “satisfacer las
preguntas urgentes de saber
qué vive en nuestro mar, qué
nos estamos perdiendo, qué
oportunidades o riesgos tenemos
ahí”.
También el presidente de Sloan
Foundation y uno de los principales
impulsores del programa,
Jesse Ausubel, sitúa como un
resultado importante del Censo
-junto con la nueva visión, más
completa, que se tiene hoy del
océano- el fortalecimiento de
la colaboración internacional,
especialmente cuando se habla
del principal desafío que dejala iniciativa para la comunidad
científica: la necesidad de dar
continuidad a este gran esfuerzo
a través del establecimiento
de un sistema de observación
global del océano. “El océano
es un espacio inmenso, más difícil
de observar que la atmósfera,
pero hace 50 años los meteorólogos
de distintas partes
del mundo comenzaron a colaborar
para establecer sistemas
para monitorear el tiempo y el
clima”. Lo mismo, afirma, debe
hacerse en las ciencias oceánicas,
integrando a todas las regiones
del planeta, todos los
conocimientos y todos los recursos
tecnológicos para establecer
una red permanente de observación.
Los aportes al
conocimiento
del Sistema
de la Corriente
de Humboldt
constituyen
una puerta de
entrada al aún
desconocido mar
del Pacífico Sur.
En esta línea se sitúa el proyecto
que la Universidad tiene
reservado para Dichato. En su
intervención, el Rector señaló
que la casa de estudios -reconocida
por su contribución del
desarrollo de las ciencias del
mar en Chile, espera superar
lo hecho hasta ahora, sorteando
las adversidades del tsunami
del 27 de febrero que destruyó
las instalaciones de la
Estación de Biología Marinacon
la construcción de un observatorio
oceanográfico multidisciplinario
en la zona, para
monitorear el océano y aportar información relevante para
la toma de decisiones tanto a
nivel gubernamental y productivo.
Ventana al Pacífico
Sur Oriental
Aunque el Censo ha ampliado
el conocimiento del Océano
Pacífico, este sigue siendo
aún una zona poco estudiada.
Es ésta el área desde donde
nuestro país ha contribuido
mayormente al proyecto, especialmente
con los aportes al entendimiento
del Sistema de la
Corriente de Humboldt, en el
que los científicos de nuestra
Universidad han tenido un papel
destacado.
Para el investigador del Centro
Oceanográfico el Pacífico
Sur Oriental, Copas, Rubén Escribano,
a partir del sistema de
Humboldt, la costa chilena se
constituye en una “ventana inmensa
al Pacífico Sur, el mayor
océano mundial”. Por ello, asegura,
la oportunidad de contribuir
al conocimiento de la biodiversidad
de los océanos es única.
Y los desafíos para Chile, crecen.
Ejemplo de ello son las
proyecciones de aplicación de
la información de la base de datos
OBIS generada por el Censo;
la utilización práctica del
sistema de asignación de código
de barras para la identificación
y reconocimiento genético
de especies; la necesidad de
especialistas, particularmente
en ciertos grupos taxonómicos,
para la caracterización
de las nuevas especies identificadas;
los problemas que representa
la sobreexplotación
de algunos recursos, la identificación
de áreas de conservación
de zonas vulnerables, el
conocimiento de ecosistemas
particulares (como zonas de filtración
de metanos o aquéllos
dominados por microorganismos),
entre otros.
El Censo es un nuevo estímulo
para continuar en la senda de
la investigación de ese vasto
espacio que dominan los océanos.