Comienza recuperación de la investigación oceanográfica
La nave se encuentra
completamente
operativa y con
su calendario de
salidas copado
hasta septiembre,
lo que permitirá a la
unidad académica
retomar el programa
de actividades
de investigación
asociadas a diversos
proyectos.
Tuvieron que pasar más
de 5 meses, para que la embarcación
científica del departamento
de Oceanografía, Kay Kay II,
volviera a las aguas, al mismo
mar que empujado por el tsunami
de febrero la dejara varada en un
cerro del sector Litril en Coliumo.
La nave se encuentra completamente
operativa y con su calendario
de salidas copado hasta
septiembre, lo que permitirá a la
unidad académica retomar el programa
de actividades de investigación
asociadas a diversos proyectos.
Después de poco más de dos
meses en reparaciones en los astilleros
de Asmar, el 10 de agosto,
la Kay Kay II fue entregada a la
Universidad, en una breve ceremonia.
En la ocasión, el director del departamento
de Oceanografía, Marco Salamanca, recordó los
difíciles momentos que vivió la
unidad académica por efecto del
terremoto, con la destrucción de
la Estación de Biología Marina de
Dichato y los daños sufridos por
la embarcación. “Fiel a su función, la fatídica noche
de la catástrofe (la nave) había
regresado de un trabajo en el
mar y se aprestaba a continuar
trabajando la mañana de ese sábado.
Sin embargo, no fue el embate
de las olas que inundaron
Dichato las que provocaron el
mayor daño en la embarcación,
sino que aquellas inescrupulosas
personas que la saqueron”, dijo.
Pero este episodio ya ha quedado
atrás. Destacando la entrega
de los profesionales de Asmar y
de la tripulación, así como el respaldo
de las autoridades universitarias,
Salamanca se mostró
confiado en los aportes que, en
esta nueva etapa de la nave y al
igual que las embarcaciones que
la precedieron, se harán desde
la investigación al conocimiento
de los recursos y al mayor entendimiento
de las condiciones ambientales
de nuestro mar.
El vicerrector Alberto Larrain,
quien estuvo presente en la ceremonia,
afirmó que la puesta
en operaciones de la Kay Kay IItiene un sentido simbólico. “Es
una primera etapa en la recuperación
de la investigación en
oceanografía…la base de la lancha
es esencial para los investigadores”.
Es, como dijo el investigador
Rubén Escribano, el primer paso
en la recuperación, pero el más
importante”, porque implica retomar
lo que interrumpió el evento
del 27 de febrero.
Fue un proceso más largo del
esperado, reconoció el capitán
de la embarcación, Miguel Monet, “por las difíciles condiciones
en que debió trabajar el personal
de Asmar...y el tiempo, pero finalmente
concluyeron las reparaciones.
La nave quedó bien y segura,
y hemos hecho las pruebas de
rigor en la bahía y está todo listo
para operar”.
Segunda etapa
En la oportunidad, el vicerrector Alberto Larrain adelantó
que ya se han producido importantes avances
en definiciones relativas a la reconstrucción de la
Estación de Biología Marina de Dichato, proyecto
que definió como la segunda etapa de la recuperación
de las ciencias oceanográficas.
La autoridad señaló que ya hay acuerdos en cuanto
al terreno en que ésta sería emplazada. “Ya hay
un lugar elegido y hay intención del vendedor y de
los compradores, que involucra, además una parte
de donación. Es un ‘buen negocio’ para la Universidad
y esperamos que esto se resuelva muy pronto”,
puntualizó Larrain.
Reparaciones
Un conjunto de 15 profesionales,
dirigidos por el ingeniero
en construcción naval,
Xavier Mesa, se hicieron
cargo del proyecto de reparación
de la Kay Kay II, que
en sus aspectos estructurales
incluyó la rehabilitación
de una rotura del casco en
la banda de babor, los sistema
de propulsión y de enfriamiento
(en las quillas laterales),
así como de las quillas de balance, que resultaron
dañadas durante las faenas
de rescate en Coliumo.
Además se remodeló el área
de habitabilidad y se introdujeron
mejoras en el sistema
de propulsión (que fue optimizado
y alineado) y de gobierno, con una nueva pala
de timón, como explicó el
jefe de proyectos de la gerencia
de Asmar, Leopoldo
Mena.
En combinación con técnicos
del departamento de
Oceanografía, se introdujeron
mejoras en los sistemas
eléctricos (luces) y
electrónicos (navegador
automático, ecosonda,
sensores y radios, entre
otros equipos).
La nave ingresó a Asmar el
26 de mayo, permaneciendo
en dique entre el 17 de junio
y el 12 de julio. Las primeras
pruebas de mar, con los chequeos
por parte de la tripulación,
se efectuaron el 4 de
agosto. El retorno a Dichato
se produjo el 10 de agosto.