Pedro Ramírez, gerente regional ACHS y presidente Cidere Bío Bío “La responsabilidad social
empresarial no es una moda”
Reconocido recientemente por su
trayectoria de 20 años en la ACHS, no
descansa por haber logrado metas y
seguirá trabajando duro como ha sido la
tónica de su vida.
El gerente regional de la Asociación
Chilena de Seguridad,
Pedro Ramírez, es un hombre
de convicciones profundas.
Se reconoce perseverante,
trabajador y justo, cuestión
que dice haber extraído de sus
años como estudiante de Ingeniería
Civil de la UdeC en la década
del 70. Esta sensibilidad
que le entregó nuestra casa de
estudios, Ramírez dice haberla
exportado a su actual gestión,
que lo tiene al frente del gremio
empresarial de Cidere Bío
Bío, donde están fomentando
la responsabilidad empresarial“no como una moda”, tal como
aclara, sino como una forma de
hacer las cosas pensando en
las personas. Reconocido
recientemente por su
trayectoria de 20 años
en la ACHS, Ramírez
dice que no descansa
por haber logrado
metas y que seguirá
trabajando duro
como ha sido
la tónica de su
vida.
¿Cómo
nace su
relación
con la
UdeC?
Todo esto nace al principio de
la década del 70, cuando entro
a estudiar Ingeniería Civil y esta
relación ha sido permanente en
el tiempo, cuando en mi trabajo
anterior se encargaban a la
universidad distintos estudios
desde la secretaría regional de
Coordinación y Planificación,
donde ejercí desde marzo de
1983 hasta marzo del año 90.
Entonces ahí había mucha relación
de estudios e investigaciones.
También en más de alguna
oportunidad distintas facultades,
me invitaron a seminarios
y charlas a estudiantes de la
Universidad como Ingeniería
Civil y Comercial. Después
desde esa década del 80, soy
socio de la Corporación, por lo
que es una relación permanente
desde los 70 hasta la fecha.
¿Cuáles son sus recuerdos
más frescos de su época de
estudiante?
Me marcaron algunos profesores
que me hicieron clases. En
ciencias básicas el profesor Antonio
Camurri, que falleció hace
poco y cuyas clases realmente
eran muy buenas y se aprendía
mucho con él. Además del
actual rector, Sergio Lavanchy,
que me hizo clases en la facultad
de Ingeniería, quien además
de buen profesor es una
buena persona. También personas
que conocí como compañeros
de estudio y con los que
hasta el día de hoy mantenemos
una amistad, incluso de familia
o siendo padrinos de hijos
de ellos y nuestro. Es importante
destacar que esa época, en
los inicios de los 70, eran años
conflictivos en el país y el mundo.
Sin embargo, había fiestas
universitarias como las fiestas
de la primavera, que eran muy
participativas y de sano espíritu,
donde afloraba el verdadero
espíritu universitario”.
Al mirar hacia atrás y verse
en el cargo actual, ¿pensó alguna
vez llegar tan alto?
Yo siempre he aspirado a lo
mejor, pero estoy absolutamente
consciente que para ello hay
que trabajar muy duro y a través
de los resultados que uno
va obteniendo, la demostración
que va dando, llega a los lugares
donde puede estar hoy día.
Nunca me puse como meta llegar
a ser gerente regional o nacional
o autoridad pública. Era
trabajar y en base a eso he ido
logrando metas. Aquí hay una
cosa que uno practica también
que es “yo quiero lograr esa
meta y la logro, pero después
qué viene” y trabajar duro para
aspirar a lo mejor. Pero nunca
se termina, porque no es lograr
la meta, lograr la medalla olímpica
y me voy para la casa, ¡no!,
se debe trabajar siempre.
¿Cuál cree que ha sido la
mayor influencia de la UdeC
para ejercer en el mundo laboral?
Lo centraría en lo que aprendí
en la Universidad, que es el
respeto por las personas. Eso
también ayuda a desarrollar la
sensibilidad social y el trabajo
en equipo para llevar adelante
el tema de la responsabilidad
social, pero no con un tema
de moda, que es en definitiva
cómo tú haces las cosas, trabajando
en ellas y de manera muy
transparente”.
En su gestión al mando de la
Achs, ¿cree que están en juego
estos valores?
Absolutamente, porque una de
las razones de ser de la Achs
es además de la responsabilidad
de administrar la Ley de
Accidentes del Trabajo es la reponsabilidad
social, y colaborar
con las personas y las empresas
en evitar que ocurran accidentes
y enfermedades profesionales.
Cuando eso ocurre,
atenderlos de la mejor forma
posible y que vuelvan en las
mejores condiciones, en el menor
tiempo posible, a ser nuevamente
productivos a su familia
y a su empresa y con ello
aporte al desarrollo de la sociedad
chilena.