Si bien las reservas
nacionales han
disminuido un
64%, y en las
regiones más
afectadas por el
terremoto un 100%,
la rentabilidad
del país no se ha
destruido, señaló
el subsecretario de
Economía, Tomás
Flores.
En el seminario Desafíos y
propuestas para la reconstrucción
de la economía regional,
confluyeron las perspectivas
gubernamentales, municipales
y académicas, situación
que, a juicio de los participantes
del panel de discusión,
compuesto por representantes
de estos ámbitos, debe seguir
sucediendo para que la reconstrucción
de las zonas más
afectadas por el terremoto y el
maremoto sea acorde a sus
realidades.
El subsecretario de Economía,
Tomás Flores, expuso el
plan de reconstrucción del Gobierno
indicando que éste se
ha enfocado en construir con
más eficiencia, mejor tecnología
y logística. Pese a la destrucción
de capital, indicó la
autoridad, no se ha alterado la
rentabilidad de los negocios.
“Por ejemplo, el pesquero sigue
siendo tan rentable como
antes del 27 de febrero, lo que
ocurre es que el cataclismo
destruyó el capital que es usado
por este negocio, pero no
dejó de ser rentable”.
Aún así, hay 78 comunas afectadas,
tres prácticamente destruidas,
donde los servicios que
pueden prestar a la comunidad
son prácticamente inexistentes,
señaló el subsecretario de Desarrollo
Regional, Miguel Flores.
“La primera medida de la
Subdere fue comenzar a reinstalar
la infraestructura municipal,
para lo que estamos destinando
este año $20 millones
para su reposición y se destinarán
$11 mil millones más el
próximo año”, señaló Flores. El
presidente de la Comisión de
Desarrollo Económico Local
y Productivo de la Asociación
Chilena de Municipalidades,
Claudio Orrego, llamó al gobierno
a reconocer el rol de los
municipios en el diseño y elaboración
de los planes de reconstrucción
nacional y en las políticas de empleo “No es posible
que los municipios se enteren
por la prensa de anuncios
del gobierno que los involucran
directamente”.
El académico, Jorge Dresdner,
presentó las propuestas realizadas
por el grupo de Recuperación
Económica y Empleo.
Entre ellas, se encuentra
el apoyo a la pesca industrial,
en reposición y reparación de
embarcaciones, además de
apoyo a su institucionalidad;
la construcción de un puente
laboral, ya que existe en los
afectados diversidad de capacidades,
que no necesariamente
se pueden dedicar al área de
la construcción; una mayor articulación
entre los organismos
gubernamentales -como Fosis
y Sence-y la participación ciudadana.
Una de las áreas más
afectadas, y en la que aún no
hay impacto medido, son las
Pymes. Éstas requieren apoyo
en el corto plazo en infraestructura,
en ajustar los instrumentos
orientados para ellos y
avanzar en el encadenamiento
productivo con la gran industria.