Alumnos de Arquitectura diseñan
reconstrucción de escuelas
afectadas por terremoto
Encargos reales, con mandantes y
urgencias típicas del mundo laboral
enfrentan alumnos de cuarto y quinto año
de la especialidad. Además, la Armada de
Chile invitó a los estudiantes de la FAUG
a participar de un concurso de ideas para
cambiar el acceso a la Base Naval y un
grupo de egresados realizó un manual
para manejo de escombros.
Múltiples fueron las acciones
que, desde un principio, asumieron
docentes y alumnos de
la facultad de Arquitectura, Urbanismo
y Geografía, FAUG,
luego del terremoto de febrero
pasado.
Las primeras, referidas a la
contingencia, se tradujeron en
voluntariado y catastros de daños
arquitectónicos y patrimoniales. Ya, más a largo plazo,
la Facultad fue convocada por
la Seremi de Educación para
trabajar en la reconstrucción
de una decena de escuelas,
de distintas comunas de la Región,
que resultaron destruidas
o afectadas por el sismo.
Para abordar este mandato se
unieron los alumnos de cuarto
y quinto año en tres talleres
verticales, cada uno con aproximadamente
30 alumnos, y dos
profesores por taller, donde los
estudiantes actúan como grupos
de trabajo enfrentados a
encargos reales, con exigencias
y urgencias de los mandantes
tal como será en el mundo
laboral.
Uno de los proyectos emblemáticos
es el del Liceo A-21 de
Talcahuano, con 2 mil alumnos,
que se enfrenta a la demolición
de la parte antigua de la construcción
por lo que hay que proponer
una solución la que se
está abordando mediante reuniones
con los directivos y la
comunidad educativa. También
están trabajando en el Liceo
Politécnico A-23 de la misma
comuna, el Liceo San Felipe
de Arauco y el Liceo Politécnico
Caupolicán de Los Álamos, entre los proyectos
más importantes.
El decano de la FAUG,
Ricardo Utz, explica
que este trabajo se
realizará durante
todo el semestre;
la labor de los
alumnos es
entregar
los proyectos
arquitectónicos y, posteriormente,
la Seremi se encargará
de la etapa relativa a planos estructurales
y permisos de edificación.
Los estudiantes que están participando
de este trabajo recibirán
calificaciones y una certificación
por haber participado en
esta iniciativa.
Base Naval
En un ámbito similar, Utz destaca
que la Armada de Chile, a
través de la oficina de reconstrucción
de la Base Naval, en
conjunto con la FAUG llama al
concurso interno de ideas arquitectónicas Nueva imagen
del acceso a la Base Naval de
Talcahuano.
El objetivo de esta competencia
académica, destinada sólo
a alumnos de nuestra Universidad,
es obtener una respuesta
arquitectónica adecuada tanto
a las necesidades funcionales
y espaciales del recinto naval,
como a las exigencias urbano–
ambientales surgidas del reciente
evento sísmico.
El área del concurso comprende
el sector desde la puerta de
acceso denominada Puerta de
los Leones y la bifurcación de
acceso a las instalaciones del
Hospital Naval, lugar donde se
debe considerar la reubicación
de la puerta de control naval.
El espíritu de esta convocatoria
es proponer una solución funcional
que integre lo antes señalado
y ponga en valor el conjunto
de inmuebles de madera
que conforman el borde costero
del acceso a la Base Naval;
integración que debe permitir
acoger en sus dependencias el
traslado de las actividades que
en estos instantes permiten el
paso de civiles al área militar,
como son las ceremonias navales,
actividades de turismo,
actividades de extensión de
la Armada y comerciales, vía
de acceso hacia Asmar, entre
otras.
Escombro patrimonial
En otro ámbito, un grupo de
profesionales, recientemente
egresados, y estudiantes de la
FAUG publicaron la guía operativa
Recuperación y reutilización
del escombro simbólico
en el espacio público, que fue
seleccionada para participar en
la 12ª muestra internacional de
arquitectura Bienal de Venecia.
Agrupados como Biobío Proyecta,
el licenciado en Arquitectura
Patricio Mora, junto a
los arquitectos Hilda Basoalto,
Viviana Vilches, Claudia Cerda,
egresados de nuestra Universidad
y el estudiante de la UBB
Felipe Rivera, desarrollaron este
manual que busca presentar
una alternativa al manejo del
escombro -sobre todo del producido luego del terremoto de
febrero- por medio de su uso para la construcción de espacios
de uso público que, además, posean un carácter memorial.
Para ello, en la guía se ilustran los pasos a seguir.