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  Nº 664 miércoles 2 de junio de 2010

 

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Homenaje en la Cámara de Diputados

Extractos del discurso que el diputado Josçe Miguel Ortiz expuso en el Congreso con motivo de nuestro aniversario.

Como lo hago todos los años desde que soy diputado de la República -a partir de 1990-, paso a rendir homenaje a nuestra Universidad de Concepción -alma máter-, con motivo de su 91° aniversario.

La Universidad de Concepción es la tercera más antigua del país y la primera que se creó en regiones.

El pasado viernes 14 de mayo, en sesión solemne, se recordaron los 91 años de vida de la institución al servicio de la Octava Región y del país entero.

Hubo un hecho muy especial: por cuarta vez consecutiva asumió como rector don Sergio Lavanchy Merino, con el voto favorable de la inmensa mayoría de los doctores y académicos que forman parte de nuestra Universidad de Concepción. En dicho acto se entregó el Premio Universidad de Concepción y se entregaron reconocimientos a los profesores titulares.

El 14 de mayo de 1920 marca el nacimiento oficial a la vida institucional de la Universidad de Concepción, habiendo iniciado sus actividades docentes en el mes de marzo del año anterior. De esta forma, se constituye en la única institución de educación superior de Chile ubicada fuera de la ciudad de Santiago y nacida gracias a la aspiración compartida por la comunidad de la zona que llevara a cabo un grupo de ciudadanos de Concepción quienes, bajo la dirección de ese gran maestro, Enrique Molina Garmendia, no escatimaron esfuerzos ni diligencias en el desafiante objetivo de hacer realidad el sueño de dotar a mi ciudad de Concepción y al sur de Chile de una universidad y un hospital clínico.

Pero como toda gran empresa, la creación de la Universidad debió sortear grandes dificultades de toda índole: financiamiento, escepticismo de algunos sectores y férrea oposición de otros que, como consecuencia de su paternal centralismo, no veían con buenos ojos el surgimiento de una universidad fuera de la capital del país.

La Universidad así creada inició sus funciones sin contar con los medios económicos y financieros que permitieran mantenerla. Innumerables instituciones de mi zona y de ciudades vecinas organizaron diferentes actividades para reunir fondos y hacer posible que esta institución tan anhelada, pero nacida de modo tan precario y falta de apoyo, tuviera éxito.

Instituciones como las colonias española e italiana, el Centro Dramático del Liceo de Hombres, varios municipios y un apreciable número de profesionales ayudaron en esta tarea.

La Universidad de Concepción hoy ocupa un lugar de privilegio en el concierto de la educación superior de nuestro país y cuenta con un vasto reconocimiento y prestigio nacional e internacional en varias áreas disciplinarias, siendo además confirmada como una de las tres más importantes universidades de Chile.

Consciente de que la calidad es el elemento diferenciador de la oferta, la rectoría ha incentivado y promovido desde un inicio la incorporación de la institución a las iniciativas de acreditación existentes en el país, y la encuentra actualmente inmersa en un nuevo proceso de acreditación bajo la ley de aseguramiento de la calidad de la educación superior. Esto, con el objetivo de ofrecer a los egresados de enseñanza media, a sus padres y apoderados, a los profesionales de nuestro país y el extranjero y a las empresas e instituciones demandantes de nuestros servicios profesionales y académicos garantía de excelencia, que es vital en el desarrollo de un país.

Todos los procesos de formación de pre y posgrado, las actividades de investigación y desarrollo, profesionales, artísticas, culturales y de acción social y comunitaria se desarrollan al interior de nuestra universidad.

Junto con el importante desarrollo a nivel cultural que siempre ha liderado a Universidad de Concepción y que actualmente es posible observar en el Museo de Bellas Artes de Santiago, donde se exhibe la exposición “Generación del Centenario”, con obras de la colección de la Pinacoteca de la institución, la investigación siempre ha cobrado gran relevancia.

Así, los académicos de la Universidad de Concepción se encuentran desarrollando 216 proyectos de investigación, financiados con fondos concursados a la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt); 14 proyectos de Investigación y Desarrollo, financiados por el Fondef, 106 proyectos financiados por nuestra Universidad, a través de la Dirección de Investigación, y ha gestionado la obtención de 21 patentes nacionales.

En total, 1.300 estudiantes constituyen la matrícula de posgrado, lo que se divide en 23 programas de doctorado, 48 de magíster y 28 de las especialidades del área salud.

Este breve recuento informa del buen estado en que se encuentra la Universidad de Concepción, a nivel académico, científico y cultural.

Pero el terremoto y posterior maremoto, que con especial violencia golpearon nuestra zona, afectaron la infraestructura de nuestra universidad.

Hemos tenido caída de facultades, importantes pérdidas económicas en todo lo que es edificación e infraestructura. Pero la Universidad continúa con su rol fundacional de contribuir en forma permanente al crecimiento de la Región del Biobío.

Con ese objeto, creó el denominado Programa de la Universidad de Concepción para la Reconstrucción Regional, un programa especial cuyo objeto ha sido colaborar en la búsqueda y formulación de propuestas en distintas áreas temáticas para la reconstrucción armónica y planificada de la región del Biobío, buscando transformar esta catástrofe en una oportunidad para su desarrollo y crecimiento, así como para mejorar las condiciones y calidad de vida de sus habitantes.

Estimados colegas parlamentarios, nuestra Universidad de Concepción en estos 91 años ha entregado cerca de 60 mil profesionales, los que han dado lo mejor de sí en los diversos ámbitos de su quehacer. Sus estudiantes, académicos y egresados han demostrado estar comprometidos con nuestra región y con nuestro país, más aun en momentos que Chile lo necesita.

En este Parlamento nos encontramos diputados y senadores que somos parte de lo que fue la formación de nuestra universidad, y hemos tratado de encarnar el lema de nuestra alma mater: “Por el desarrollo libre del espíritu”, desde diversas visiones de mundo, pero convencidos de los principios vitales de servicio público, de justicia, de solidaridad y de democracia que nos entregó nuestra Universidad de Concepción.

En forma muy especial, quiero hacer un reconocimiento al directorio de nuestra corporación, gente talentosa, profesionales destacados, que han tenido éxito tanto en su vida privada como profesional. Todos son ex alumnos de nuestra universidad. Hay ingenieros civiles, economistas, abogados y profesores, quienes dando el máximo de sí han entregado todo por la universidad.

En forma especial, por ser parte de este directorio desde 1994, le doy las gracias a mis colegas de directorio por lo que han entregado a nuestra universidad, a nuestros decanos, a nuestros académicos, a nuestros profesionales, a los integrantes de los sindicatos de nuestra Universidad de Concepción quienes mantienen una relación directa con nuestro gran rector, don Sergio Lavanchy Merino. En esta relación con los sindicatos se prioriza algo que es vital: la estabilidad en el empleo, para seguir haciendo más grande nuestra universidad.

Señor Presidente, debido a ello es que a través de este Congreso Nacional, a través de la posibilidad de ser diputado de la República, quiero hacer llegar este homenaje por los 91 años de nuestra casa de estudio al rector de nuestra Universidad de Concepción, al directorio, a los decanos, a la presidenta de la Federación de Estudiantes, a los presidentes de los sindicatos como también al presidente de la asociación. Lo hago con mucha fuerza, porque en esta Sala también está presente mi colega diputado Sergio Ojeda, gran parlamentario de Osorno, que se recibió de abogado en nuestra alma mater, nuestra Universidad de Concepción.

Doy las gracias infinitas por toda la entrega y de forma especial al rector, a los vicerrectores, al secretario general, al prosecretario, al fiscal y a todos los profesionales que nos distinguen con su trabajo.

He dicho.

 

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