En Astilleros de Asmar
Comienza proceso de reparación de la Kay Kay

Fueron meses de espera, pero finalmente el sábado la embarcación científica del departamento de Oceanografía, Kay Kay II, llegó a los Astilleros de Asmar donde será sometida a un programa de reparación que le permitirá entrar nuevamente en operaciones.

Hasta mediados de mayo la embarcación permanecía varada en un cerro en el sector Litril, en Coliumo, donde detuvo su marcha -a 1.6 kilómetros del mar en un zona cercana a la carretera- tras ser arrastrada desde la Estación de Biología Marina de Dichato (en Caleta Villarrica) por las olas del tsunami.

Luego de los peritajes y evaluaciones solicitados por el seguro, a mediados de mayo se iniciaron las labores de rescate. En una primera etapa, la empresa Recupero Asegurado (contratada por el seguro), logró desvarar la nave desde el cerro, desplazándola hacia la planicie. Luego, el 20 de mayo se realizaron las maniobras para montarla sobre un atril de acero que permitió su traslado hasta estero Coliumo, donde permaneció hasta el sábado a la espera de la autorización de la Armada para ser flotada hasta los Astilleros de Asmar.

Ayer, en el departamento de Oceanografía se llevó a cabo una reunión destinada a establecer el itinerario del programa de reparaciones, que serán conducidas por el ingeniero de Asmar, Leopoldo Mena. La embarcación, que aún se encuentra en el agua entraría a dique seco el próximo lunes. Desde ese momento, como señaló Juan Torres, responsable de la administración de la embarcación, se espera que las labores se extiendan por unos 25 días.

Afortunadamente, como han reconocido en la unidad académica, los daños que sufrió fueron menos de lo que se pensó en un comienzo. Los mayores problemas están relacionados con el sistema de gobierno y propulsión de la nave.

Unos 20 días antes del terremoto, la Kay Kay II había terminado su primera carena, después de su segundo año de operaciones (fue botada al mar en noviembre de 2007). “Estaba recién pintada, reparada, limpia, con una revisión técnica completa, por lo que estaba en óptimas condiciones. Así se hizo la denuncia al seguro, que se comprometió a entregarla en el mismo estado en que estaba”, señaló el director de Oceanografía, Marco Salamanca.

El académico afirmo que, de este modo, será posible garantizar plenamente la seguridad de la lancha y se podrán retomar las actividades de investigación y de docencia que tienen soporte en la embarcación. La Kay Kay II es utilizada unos 220 días en el año, completando unas 3 mil horas de navegación, de las cuales el 80% están dedicadas a la investigación y 20% a la docencia.

Y aunque las actividades no se han detenido, la puesta en marcha de la Kay Kay II significa la recuperación de una parte importante de la operatividad del departamento de Oceanografía, especialmente en el ámbito científico, pues –como reconoce Salamaca- “la lancha es garante de nuestros compromisos de investigación”.

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