Terremoto de febrero, una visión desde las ciencias de la tierra
Han pasado dos meses desde el terremoto y el
interés por ahondar en el conocimiento de estos
eventos no decae. Así ha quedado de manifiesto
en las diversas actividades sobre el tema, que
se han realizado en la Universidad y que, invariablemente,
han contado con una alta participación
del público.
La mesa redonda El terremoto del 27 de febrero:
una visión desde las Ciencias de la Tierra no
fue la excepción. Los asistentes –académicos,
estudiantes, pobladores- llenaron el recinto para
seguir con atención las distintas perspectivas
de análisis sobre el terremoto, ofrecidas por especialistas
convocados por el departamento de
Ciencias de la Tierra.
Andrés Tassara (Ciencias de la Tierra) expuso
sobre la dinámica que se da entre las placas en
las etapas pre, co y posísmicas; Edilia Jaque
(Geografia) se refirió a la inclusión de la información
de eventos de peligrosidad en la planificación
urbana; en tanto que Bernd Sierk (Tigo)
habló del aporte que las técnicas que utiliza el
Observatorio pueden hacer al entendimiento del
terremoto del 27 de febrero.
Los cambios en la deformación de la corteza terrestre
registrados por estaciones GPS fue el tema
que expuso el profesor Klaus Bataille (Ciencias
de la Tierra); Aldo Belmonte (Geofisica)
analizó diversos datos captados, antes del terremoto,
por el Servicio Geológico de Estados Unidos,
de Chile y otros organismos en la búsqueda
de elementos que tuvieran relación con el evento
del 27 de febrero; mientras que Jorge Quezada
(Ciencias de la Tierra) mostró resultados de observaciones
de campo sobre alzamientos y subsidencias
a lo largo de la zona afectada por el
megasismo.
La actividad concluyó con una ronda de preguntas–a la que se integró el académico Samuel
Hormazábal (Geofisica)- en la que los asistentes
pudieron despejar dudas acerca de un estudio
que habla de la ocurrencia de dos terremotos el
27 de febrero, el comportamiento del tsunami en
la Región, la posibilidad de predecir futuros terremotos,
el tipo de ondas que generan los movimientos
sísmicos, entre otros.
El terremoto del 27 de febrero ha abierto una
serie de interrogantes para los científicos y por
ello representa un amplio desafío para el conocimiento.
La única conclusión de los expertos es
que hoy existe un vasto campo abierto a la investigación
en distintas disciplinas.