Este fin de semana falleció producto de una larga
enfermedad el Profesor Emérito facultad de
Ciencias Físicas y Matemáticas, Nelson Saavedra
Guzmán. Ligado a la Universidad de Concepción
por más de cincuenta años, primero
como alumno de Ingeniería Química, dirigente
estudiantil de la FEC, alumno ayudante y luego
académico en las escuelas de Ingeniería, Educación,
Instituto Central de Física, facultad de Ciencias
y, luego, en la facultad de Ciencias Físicas
y Matemáticas. Docteur en Physique (Meteorologie),
otorgado por la Université de Paris VI (Sorbonne).
Su contribución más importante la realizó
en el departamento de Geofísica del Instituto
Central Física, unidad originaria del departamento
de Física de la Atmósfera y del Océano, actual
Geofísica, donde ocupó todos los cargos de la
carrera académica y donde fue elegido director
en dos oportunidades.
Su labor en investigación se expresa en numerosas
publicaciones sobre meteorología y climatología,
particularmente en revistas latinoamericanas
y europeas. Todas sus publicaciones
caracterizadas por su pertinencia y relevancia
sobre problemas originalmente ligados al país y
la región. Dirigió y participó como coinvestigador
en proyectos patrocinados por instituciones
extranjeras y nacionales. Su labor no excluyó la
extensión y asistencia técnica, en las que siempre
imprimió un impacto académico.
“Durante una buena parte de su carrera compartió
los ideales de buen docente, es decir, hacer
bien las clases (tener buena letra, ser ordenado
en la pizarra), saber resolver todos los problemas
de final de capítulo de los libros de texto.
Incluso participó en competencias para decidir
quién era el más rápido para hacerlo. Sin embargo,
no trepidó en llamar aquellos años ‘los años
perdidos’, porque no había contribuido hasta ese
momento a ‘hacer algo de física’, haber agregado
algún conocimiento nuevo, o al menos haber
reflexionado críticamente sobre las bases de algún
concepto para aportar creativamente en la
discusión. Sólo así, considera ahora, se puede
estar habilitado para poder enseñar física con alguna
propiedad. La transmisión de esta concepción
de la docencia a las nuevas generaciones,
tal vez sea su mejor contribución a ella”, recordó
Alberto Foppiano, amigo y compañero de labores
del profesor Saavedra.