Más de 650
personas han
asistido al ciclo de
cafés que comenzó
en mayo de este
año. La actividad,
enmarcada en
los 90 años de la
Universidad, se
consolidó como
un referente
penquista en torno
a la divulgación
científica.
Con el tema Biocombustibles desde los árboles: ¿utopía o realidad?,
se dio término al primer ciclo de Cafés Científicos en nuestra
ciudad ante unas cincuenta personas que debatieron sobre la
necesidad de usar biocombustibles en nuestro país.
La cita, organizada como es habitual por el Centro de Biotecnología
de la Universidad de Concepción (CBUdeC), el Programa Explora
Región del Bío Bío y la dirección de Extensión de la Universidad,
se llevó a cabo en la Casa del Arte.
El invitado en esta ocasión fue el director del Centro de Biotecnología,
Jaime Rodríguez, quien inició la conversación en torno al
tema del petróleo y su inminente fin. “El petróleo cada día se va a
ir poniendo más escaso. Tenemos que preocuparnos de las políticas
energéticas y sin lugar a dudas la bioenergía será un elemento
vital en esta problemática”, aseguró.
Según Rodríguez, Chile importa 72% de la energía consumida
y del petróleo, un 98%. “Es como si no tuviéramos petróleo. El
2% no sirve de nada. El 96% del carbón lo importamos porque el
nuestro no es de buena calidad”.
Para el experto, la única solución posible a corto plazo para mejorar
la situación energética de nuestro país, es la utilización y masificación
de los combustibles líquidos, específicamente el etanol. “Los biocombustibles en general, siendo renovables, ayudan a diversificar
la matriz energética y reducen dependencia del petróleo
importado”.
Otras de las dudas que se despejaron durante el debate fue: ¿Podemos
(como país) producir bioenergía y al mismo tiempo ser potencia
alimentaria? Para Rodríguez, se necesita una alternativa
que no compita con los recursos alimentarios, ya que trae problemas
sociales y políticos. “Si comenzamos a plantar en vez de
comida, plantaciones que se transformen en biocombustibles, los
países pobres se morirán de hambre. O si queremos trigo y lo comenzamos
a transformar en etanol, al otro día el precio del pan
se dispara”.
La sesión finalizó con la comparación energética y la ventaja que
posee Brasil con el resto de Sudamérica, ya que no sólo posee
vastos depósitos de petróleo, sino que también han inculcado una
política “verde” y desarrollado la biotecnología para la obtención
de biocombustibles.