Académicos debatieron sobre el papel del medicamento
Diversas miradas aportaron a la discusión propiciada por este seminario, el que concluyó con una mesa redonda, en la que además participó activamente el público.
El programa Interdisciplinario de Drogas, junto al magíster de Drogodependencias y la facultad de Ciencias Biológicas, y la sociedad de Farmacología de Chile, Sofarchi, organizaron el seminario El medicamento ¿Un bien social o un bien de mercado. Un privilegio o un derecho ciudadano? Actividad en la que participaron académicos y políticos ligados al área de la medicina y farmacología.
En la inauguración del encuentro, el vicerrector Ernesto Figueroa señaló que se trató de una instancia para debatir temas de interés desde el conocimiento y como un bien social. Realizando una reflexión de la contingencia y de relevancia del país, tanto por lo sucedido en el caso de colusión de las Farmacias, como por la decisión de liberar de receta médica a 300 medicamentos genéricos, a los que la comunidad podrá acceder tal como accede a productos de supermercado.
Las preguntas previas al inicio de las presentaciones fueron una invitación para abordar temas como ¿Estamos preparados para este tipo de comercio? ¿Qué ocurrirá con aspectos como la automedicación y el abuso de fármacos? Todos estos son temas que, a juicio del vicerrector Figueroa, se abordarían desde una perspectiva científica y técnica más seria.
La directora de programa Interdisciplinario de Drogas y presidenta de la Sofarchi, Jacqueline Sepúlveda, comenzó con la lectura de la declaración pública de la Sociedad, la cual indicaba, entre otros aspectos, que el medicamento es un bien social elemental para la salud, fruto de la investigación científica y tecnológica de numerosos farmacólogos que, a través de sus trabajos, buscan el bien para los seres vivos y para la humanidad, que contienen principios activos que son beneficiosos para la salud, pero que al no ser administrados bajo vigilancia médica y no ser dispensados por químicos farmacéuticos, pueden causar reacciones adversas o interacciones que afecten aún más la salud del paciente y que no puede considerarse como un bien de mercado, ya que es necesario para la recuperación de la salud de las personas, la que se supone está garantizada por el Estado. Por lo tanto, es el Estado quien debe velar para que no ocurran abusos comerciales y para que toda la población tenga acceso a medicamentos de calidad, eficacia y seguridad comprobadas y con un precio razonable.
El diputado Juan Lobos, de la comisión de salud del parlamento, señaló que lo que ocurre con las farmacias es peor que una colusión, “es un escándalo, cuyo principal propósito era sacar a alguien del mercado”. Señaló que las farmacias no deberían existir en la cantidad que existen hoy, “en cada esquina y en las mejores esquinas de casa, ciudad de nuestro país existe una farmacia”, acotó que esta situación ocurre porque nuestro sistema de salud no está satisfaciendo la demanda de la comunidad. Esta crisis, aseguró el diputado, desnudó nuestra fragilidad en cuanto al sistema de salud, donde sólo el 1,9% de PIB está destinado a salud, el resto lo entregan los propios afiliados tanto a isapres, como a Fonasa, escenario que, a juicio del diputado, debe ser debatida.
El seminario continuó con la participación del académico de la facultad de Farmacia, Carlos von Plessing, quien presentó el tema ¿Cómo estamos en Chile?: biodisponibilidad, bioequivalencia e intercambiabilidad de medicamentos y con el vice gran canciller de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Luis Rifo, que abordó Bioética de la accesibilidad a los medicamentos y exigencias normativas de su dispensación.