Crucero investiga efectos de la descarga de agua dulce
en ecosistemas de fiordos

En nuestro territorio los ríos interactúan con el océano costero a través de estuarios y fiordos, regiones de transición desde el agua dulce al agua de mar. Ríos y estuarios influencian dramáticamente las características físicas y biológicas del área costera, así como sus propiedades químicas a través de la modificación e intercambio de materia orgánica y de nutrientes. En el sur de Chile, en la región de canales y fiordos patagónicos, estos flujos de materia orgánica de origen terrestre son de gran importancia en la integración de procesos de las cuencas hidrográficas, así como una fuente de nutrientes y materia orgánica para organismos que viven en la columna de agua y los sedimentos. Con el objeto de evaluar este tipo de procesos biogeoquímicos, el área del Canal Baker y Messier, en la XI Región, es recorrida por un grupo de científicos chilenos, como parte del crucero realizado en el marco de la cuadragésima versión del programa de Cruceros de Investigación Marina, Cimar, del Comité Oceanográfico Nacional de la Armada, CONA.

La expedición, que comenzó el 29 de octubre y que se extenderá hasta el 25 de noviembre. A bordo del buque de la Armada AGOR Vidal Gormaz, 18 científicos de diversas instituciones realizarán una serie de experimentos y colecta de muestras de agua y organismos marinos.

Cristian Vargas, del laboratorio de Funcionamiento de Ecosistemas Acuáticos del Centro EULA, y Leonardo Castro, del laboratorio de Oceanografía Pesquera y Ecología Larval, participan del programa de investigación sobre flujos de energía y nutrientes. Junto a José Luis Iriarte y Humberto González de la Universidad Austral, y Giovanni Daneri, del Centro CIEP, participan de esta iniciativa a través del proyecto Estudio del flujo de carbono hacia la trama trófica pelágica y acoplamiento pelágico-bentónico en el Estuario del Río Baker y Canal Messier, sur de Chile. Este proyecto contempla la realización de un balance cuantitativo de carbono en la trama trófica pelágica del Canal Baker, el cual permitirá conocer el funcionamiento de este ecosistema, cómo la energía es canalizada a través de las tramas tróficas microbianas, así como la exportación de carbono orgánico e inorgánico hacia aguas profundas del fiordo. En la actualidad se desconoce hasta qué punto el carbono orgánico particulado, que se encuentra en los e
cosistemas de fiordos, pudiera ser sustentado por producción autóctona (a través de fijación de carbono fotosintético), o subsidiado a través de aporte alóctonos al ecosistema marino (desde ríos, o el ecosistema terrestre aledaño). “En esta oportunidad exploraremos estos procesos de forma de mejorar nuestros balances de carbono”, señaló Vargas.

Por otra parte Leonardo Castro está a cargo del proyecto Cambios ontogenéticos en la distribución horizontal y vertical de ictioplancton entre el Golfo de Penas y Canal Trinidad: el papel de factores conductuales y ambientales. Esta área de estudio se encuentra actualmente en la contingencia debido a los proyectos hidroeléctricos en el Río Baker.

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