La semana pasada se presentó el libro Chile sueña el Bicentenario en el cual se expresan las aspiraciones sobre el país del futuro. Diversas personas participaron de la iniciativa: los ex presidentes de la República, los dirigentes de los partidos políticos, destacadas figuras del quehacer nacional y de alguna manera todos los ciudadanos a través de una encuesta que consideró 1.200 entrevistados, de los cuales 400 correspondieron a nuestra Región.

De hecho, la encuesta contempló quince áreas temáticas extraídas a partir de las opiniones vertidas en el portal web del bicentenario y dentro de cada una de estas áreas se formularon cuatro frases sobre el futuro, ante las cuales los entrevistados tenían que indicar el grado en que éstas representaban sus propios sueños, así como la prioridad que le asignaban a cada una de ellas.

A la luz de las opiniones expresadas, los sueños que generan mayores niveles de identificación dan cuenta, de manera transversal y mayoritaria en todos los segmentos de la sociedad, de un país que en el futuro sea capaz de otorgar y asegurar mayores y crecientes niveles de protección social a todos sus habitantes.

Se hace presente también una demanda de un rol más activo del Estado en educación, salud y vivienda. Los anhelos sobre aspectos de sociabilidad, como la amistad, tolerancia, entretención, generan un grado menor de adhesión.

Hay ánimo de celebrar el Bicentenario y al menos 43% de los encuestados opta por fiestas populares tradicionales y en la calles.

Éste fue un tema que surgió en la presentación del libro. La gente quiere recuperar los espacios públicos como centro de encuentros y dejar de lado el mall, es decir, cambiar de consumidores a ciudadanos.

Cuando la Universidad está pronta a celebrar sus 90 años de vida, en las vísperas del Bicentenario, es un momento oportuno para preguntarnos cuáles son nuestros sueños sobre esta casa de estudios, el futuro de la educación superior, las perspectivas de la Región del Bío Bío, las igualdades de oportunidades en el acceso a la enseñanza, la coordinación con el mundo de la empresa, y tantos otros temas que nos atañen.

Es un momento para soñar como una forma de expresar deseos, aspiraciones y objetivos que difícilmente se despegan completamente de la realidad.

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