Campaña solidaria

La facultad de Odontología fue la primera en reaccionar frente a los sucesos de Chaitén. Cuatro alumnos que se encontraban realizando su internado en la zona de la erupción, Luis Felipe Burgos y Juan Aguilera (en Chaitén) y Pamela Martínez y Camilo Ulloa (en Futaleufú), han encabezado una campaña de recolección de artículos de aseo, pañales y ropa interior para asistir a los chaiteninos que se encuentran albergados en Puerto Montt.

El encargado de montar la iniciativa fue Felipe Burgos, ya que se encontraba en Concepción –había viajado el 1º de mayo- al momento de la evacuación de la localidad. Con el respaldo del decanato, dio inicio a la campaña el 7 de mayo.

Desde sus inicios, la cruzada solidaria contó con el apoyo de los medios de comunicación locales, que difundieron la iniciativa de los estudiantes. Y, por lo mismo, ha tenido una amplia acogida entre los penquistas. El jueves pasado se realizó el primer envío (un total de 12 cajas de implementos) a la zona, cuya recepción fue coordinada por Juan Aguilera, quien permanecía en en Puerto Montt desde la semana anterior. Había viajado con su tutor para realizar una ronda de trabajo en la Península de Huequi, que quedó suspendida tras la entrada en actividad del volcán. En Puerto Montt fue testigo de la desazón que sufren los albergados. Los niños -cuenta ya de regreso a Concepción (llegó el lunes)- han tenido la posibilidad de distraerse con las actividades que organizan todos los días en el recinto, pero los adultos “están muy tristes, muy afectados”, porque no saben hasta cuándo se extenderá su situación.

Por eso se plantean realizar, más adelante y con alumnos de otras carreras, un operativo para atender las necesidades emocionales y sicológicas de los desplazados.

Camilo Ulloa se incorporó el jueves pasado a la campaña, luego de ser evacuado de Futaleufú, por Argentina. Junto a Pamela Martínez alcanzaron a vivir los primeros indicios de la actividad volcánica. “La gente estaba muy asustada, porque para ellos están poco acostumbrados a los sismos”, señala Ulloa, quien relata que apenas se verificó la erupción, el pánico se apoderó de la gente, que comenzó a abandonar el lugar inmediatamente. Por otro lado, dijo, “no era fácil soportar el ambiente…era irrespirable”. Así, el viernes debieron suspender su internado.

Los alumnos extenderán la campaña hasta esta semana, centrándose fundamentalmente en ropa interior nueva (que generalmente no se incluye en las ayudas) y están analizando la posibilidad de organizar trabajos voluntarios en Conau (Ayacara) con la participación de alumnos y docentes de la Facultad.

Las ayudas se reciben en el primer piso de la Facultad, de 9 a 112 y de 15 y 18 horas.

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