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Walter Castelli
“Si le debo algo a alguien, es a la Universidad de Concepción”
El estar trabajando hace más de 40 años en la Universidad de Michigan, EEUU, Castelli se lo atribuye a sus estudios como odontólogo en la Udec.
Iquiqueño, radicado en Estados Unidos, Walter Castelli vino desde ese país exclusivamente para asistir a la reunión de exalumnos de Odontología que organizó con su gran amigo Sergio Bustos.
Es en medio de esta reunión donde, entre paseos de reconocimiento y visitas en la Universidad, concedió esta entrevista.
Castelli llegó a estudiar a la Escuela Dental de la UdeC desde Iquique, cuando sus padres -ambos llegados desde Italia- decidieron enviarlo donde su tío a Concepción. Sin embargo, al cabo del primer año debió congelar sus estudios para trabajar en la empresa penquista de Ibáñez y compañía. Se reintegró a la carrera dos años más tarde, egresando así, en 1956. Ese mismo año se casa con Perla Ramírez, odontóloga recibida dos generaciones antes que él -originalmente fue su compañera de curso- con quien vive hasta ahora en Michigan.
En 1957, Castelli realizó un internado durante 6 meses para efectuar estudios en Otorrinolaringología. Dividía su tiempo trabajando con Bustos tpor las mañanas, mientras que por las tardes, llevaba a cabo en una investigación con el jefe de bacteriología de la escuela de Medicina.
Psteriormente se desempeñó como ayudante de Anatomía hasta 1962 cuando recibe la beca de la Fundación Kellogg, para viajar a Estados Unidos, al departamento de Anatomía de la Universidad de Michigan (MSU), en Battlecreek.
Dos años y medio le tomó para terminar su Master of Science en Anatomía, regresando a la Universidad por otros dos años. Fue entonces que recibió una carta del departamento de Anatomía de MSU, en la que se le ofrecía ocupar el puesto que había dejado su antiguo profesor guía.
Esa carta marcaría su vida, dado que toma la decisión de irse a vivir a Estados Unidos. Se integró a MSU como profesor asistente y en muy poco tiempo ascendió, fruto de su trabajo de investigación que se reflejó en una serie publicaciones y presentaciones en Anatomía Dental, específicamente en Periodoncia. Hoy, ya jubilado y convertido en Profesor Emérito de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, Castelli ha sido recontratado año a año en la casa de estudios, según dice, debido a la crisis que existe en cuanto a la escasez de profesionales en el área de Anatomía.
Al cumplir los 50 años de su egreso, Castelli cuenta que nunca perdió contacto con sus amigos de la Universidad. De ellos destaca a “Bombero” González, Carlos Gigoux, Heinz Werkmeister, Christa Krause y Sergio Bustos, quien también vive en Estados Unidos, en Augusta, Georgia. Según explica, la reunión de exalumos, que ideó y organizó con Werkmeister, Bustos y Gigoux mediante correos electrónicos y llamadas telefónicas entre Estados Unidos y Chile, estaba planeada para 2006, año en que egresaron de la Universidad. Sin embargo la titulación y el diploma de que entonces entregaba la Universidad de Chile es del año posterior, por lo que el ex decano de la facultad de Odontología, Fernando Escobar, propuso postergarla un año.
El que su diploma sea firmado por la Universidad de Chile para Castelli es un gran tema, ya que –explica- él sólo dio el examen de grado con su amigo Heinz Werkmeister en esa casa de estudios. “Si le debo algo a alguien es a la Universidad de Concepción”, dice.
Su esposa, Perla Ramírez, lo ha acompañado siempre. Fruto del matrimonio son sus dos hijos: el mayor, arquitecto, recibido también en la Universidad de Michigan, ha trabajado en distintas firmas y se encuentra ahora trabajando en China, país en el que probablemente se establecerá; mientras que la menor vive muy cerca de su padre en Annarbor, Michigan. Tienen dos nietos, Cristopher, egresado de la Universidad de Michigan y Nicholas que estudia leyes en Arizona State University.
A sus 75 años, a Castelli le gusta recordar que desde que estudiaba en la Universidad era aficionado al jazz. A pesar de que no toca ningún instrumento y, según dice, no tiene siquiera condiciones para la música, sigue siendo admirador de las grandes bandas. Es así como en los primeros años de estudio se convirtió en secretario del Club de Jazz de Concepción, en momentos en que su gran amigo Bustos formaba parte del Club tocando guitarra y piano.
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