Informes sobre la muerte de un presidente
Un lugar donde fui muy feliz
La medicina forense trata de un enfoque amplio, holístico, que influye no sólo en la salud, en la libertad, sino también en la honra de las personas. Implica prepararnos de manera científica, filosófica y también legal.
Durante su infancia era la encargada de sanar a sus compañeros de juego. Frascos, aguas y polvos de colores constituían su “material de trabajo”. Carmen Cerda Aguilar (casada, tres hijos) explica que su vocación por la medicina venía incorporada. En su especialidad, en tanto, influyó la labor de juez de su papá, el abogado y académico Carlos Cerda Medina.
La vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Medicina Legal y anátomo patóloga del Hospital Barros Luco, estudió en la facultad de Medicina de la Universidad de Concepción. Pertenece a la generación 1978, la misma que en noviembre próximo tendrá una reunión de camaradería y amistad en las Termas de Chillán.
Recientemente saltó a la palestra pública como encargada de entregar decisivos informes sobre la muerte del ex Presidente de la República Eduardo Frei Montalba, los que le fueron encargados por el ministro sumariante y en el que viene trabajando -calladamente advierte- hace seis años.
Rememore su experiencia como alumna de la Universidad.
Yo me preparé con mucha alegría y entusiasmo para entrar a la Universidad. Vivía en calle Los Pinos al frente del Campus, y parte de mi familia ya había estudiado allí. Mi curso era grande, y lo componía gente que provenía de distintos lugares del país, de variada extracción social, incluidos trabajadores, todo lo cual conformaba un grupo muy interesante. Aquello terminó en 1973, año como que nos quedamos congelados en el aire, sin muchos compañeros y sin varios profesores, con un porvenir bastante incierto.
¿Quiénes marcaron o definieron su especialidad?
Mi papá, quien como juez le tocaba investigar, a quien yo acompañaba cuando muy pequeña, ahí yo escuchaba cómo el médico legista constituía un aporte importante a la labor judicial. Luego estuvieron los profesores, el Dr.Evaristo Córdoba un anatomista excelente; el Dr. Vielma, quien nos hacía anatomía topográfica: el Dr.Ennio Vivaldi, quien nos instaba a investigar, publicar, buscar apoyo bibliográfico; el Dr. Pommeroy; el Dr. Biel.
¿Cuándo parte el ejercicio de su profesión?
Hice mi internado en el hospital Las Higueras, donde adquirí experiencia de avanzada. Hice un Magíster en Bioética. Más tarde me fui al hospital de Lirquén y , luego me vine a Santiago a una beca en Anatomía Patológica en la Universidad de Chile, donde en definitiva me quedé.
Los legistas han saltado a las pantallas del cine y la televisión ¿cómo le resulta verlos en la ficción?
Hay de todo. Buenas y malas caracterizaciones. Suele haber distancia absoluta entre la realidad y la ficción. Ser legista o forense implica no sólo autopsias, un enfoque anticuado. Se trata de un enfoque amplio, holístico, que influye no sólo en la salud, en la libertad, sino también en la honra de las personas. Implica prepararnos de manera científica, filosófica y también legal. Nos toca decir o plantearnos frente a un tribunal con consecuencias que pueden ser tremendas para una persona, que puede cambiarles la vida
¿Cuáles son los nuevos desafíos en el ámbito legal y forense?
Proponer programas unificados a las facultades de Medicina, propiciar que más profesionales se dediquen a esta especialización. Tenemos muchos temas nuevos que abordar . Soy docente universitaria y esas necesidades las observo en terreno. Están la medicina legal social, referida al tema previsional; la violencia intrafamiliar, los abusos infantiles, aquellas derivadas de la aplicación de la reforma procesal penal donde los legistas tenemos la obligación de colaborar como testigos o peritos en los tribunales. Hay toda una preparación adicional ligada con temas como la toxicología, las substancias químicas contaminantes, los requerimientos de la ley del medio ambiente.
¿Cómo es su propia relación con la muerte, conociéndola tan de cerca siempre?
No le temo especialmente, le temo más a los vivos. (Se ríe)Es cierto que uno la conoce mucho, ve distintos tipos, pero yo diría que esa experiencia me hace ser más comprensiva con la vida, ser más tolerante y perdonadora con las personas. Tratar de mejorar la vida y disfrutarla.
¿Qué reflexión le nace cuando mira retrospectivamente su vida universitaria?
Que estudié en un lugar donde fui muy feliz, pese a los problemas, que me dio infinidad de oportunidades. como por ejemplo, meterme en otras clases de otras carreras como filosofía o historia, clases que nunca he olvidado.
Mónica Silva Andrade
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