Academia Chilena de Ciencias reconoció
a científicos jóvenes
En una ceremonia que tuvo lugar en la Academia Chilena de Ciencias, se entregaron el lunes 13 de agosto los diplomas a los científicos seleccionados para el II Programa Ciencia de Frontera (2007-2009).
El programa nació el 2004, con la finalidad de reconocer la excelencia y potencialidad de científicos jóvenes en diferentes áreas de las ciencias y vincularlos a las actividades de la academia.
La iniciativa se implementa a través de un concurso en el que un comité designado por la academia selecciona a un grupo de científicos menores de 42 años para ser investigadores del programa por dos años.
En esta versión fueron seleccionados 22 investigadores de diversos centros de estudios, en las áreas de Biología, Química, Física, Matemáticas, Astronomía, Ciencias del Mar, Ciencias Ambientales, Ciencias de la Tierra, Ingeniería y Ciencias de la Computación.
Entre los seleccionados se cuentan tres investigadores de la Universidad de Concepción. Se trata de los académicos Fabián Flores, del departamento de Ingeniería Matemática (facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas), Cristian Vargas, del Centro EULA y Alfonso Encinas, del departamento de ciencias de la Tierra (facultad de Ciencias Químicas).
La ceremonia de entrega de diplomas fue calificada por el presidente de la Academia Chilena de Ciencias, Servet Martínez, como “una fiesta de la academia donde se inaugura la incorporación a sus actividades de un selecto grupo de científicos, lo que involucra un fuerte reconocimiento hacia ellos”.
El académico señaló que hacer ciencia es un camino difícil, que requiere una gran inversión intelectual y destacó la generosidad de este grupo de científicos que aportarán tiempo y conocimiento a este programa, sin dejar de responder a las demandas de los proyectos individuales y colectivos que venían desarrollando.
Por otra parte, Martínez agradeció el apoyo del ministerio de Educación y dijo estar seguro de que el gobierno seguirá aportando a la creación de liderazgo científico en Chile.
Posteriormente el académico Raúl Manásevich se refirió a los logros del programa 2004-2006. Destacó el desarrollo de dos simposios, uno de ellos realizado en la Universidad el año 2006, la participación en actividades de educación de la academia y la presencia en conferencias y encuentros internacionales.
A la ceremonia asistieron numerosos representantes del mundo académico nacional.
Fabián Flores, su aporte desde las matemáticas Feliz con el reconocimiento que significa pertenecer al selecto grupo de jóvenes científicos que se desarrollan en el país, Fabián Flores, del departamento de Ingeniería Matemática, de la facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, reconoce que esta distinción también es para la Universidad, “por el apoyo constante que la Universidad, la carrera y el Departamento, me han entregado desde que llegué”, señaló.
Su línea de investigación es la Optimización Matemática, donde se encuentra desarrollando tres proyectos. El Fondecyt, del que es responsable, tiene que ver con elaborar nuevas herramientas matemáticas que permitan identificar un tipo de solución, dentro de una clase de problemas de optimización, en el marco de los problemas de complementariedad. Flores también desarrolla técnicas matemáticas, en el área de la optimización multiobjetivo u optimización vectorial, que tienen que ver con optimizar no sólo una función objetivo, sino varias soluciones objetivos. “El caso típico, por ejemplo, es si uno quiere comprar una casa, lo que a uno le interesa es que tenga el menor costo, que sea lo más amplia y lo más cerca al lugar de trabajo posible. Lo más probable es que una casa con esas características se encuentre, por lo tanto uno le tiene que dar prioridad a uno de esos objetivos y poder establecer un balance entre ellas para poder decir “ésta es la casa más adecuada”, ejemplificó.
Participa también en el Fondap Centro de modelamiento matemático, de la Universidad de Chile, donde es pionero en el área de optimización.
Finalmente, dirige un Fondef que tiene como objetivo la elaboración de una monografía para ser utilizada como texto guía entre profesores de enseñanza media.
En un plano más personal pondera su trabajo de docencia. “Para ir a la par con la investigación no hay nada mejor que hacer docencia, no hay nada más confortable para el profesor poder presentar sus resultados. Tanto a nivel de pre como de posgrado”, señaló.
Esta segunda generación de científicos de frontera ya tiene algunas ideas para realizar a futuro, Flores indica que de momento están pensando en realizar la segunda versión del Simposio de Científicos de Frontera. “Esta sería una muy buena oportunidad para interactuar disciplinas tan distintas en un solo lugar, la idea es hacerlo en la Universidad, pero habría que esperar la decisión del resto del grupo”, indicó Flores.
Una mirada desde la geología
Licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad Complutense de Madrid (España) y doctor en Ciencias mención Geología por la Universidad de Chile, Alfonso Encinas se integró en marzo de este año a la planta académica del departamento de Ciencias de la Tierra.
El especialista en sedimentología recibió con sorpresa la noticia de su incorporación al Programa, al que postuló de manera individual antes de ser contratado en la Universidad y al que atribuye una gran relevancia. “Me parece importante por varias cosas: el hecho de tener una relación con la Academia, con científicos de áreas diversas y poder conocer lo que hacen; por las posibilidades de interrelación y de discusión de temas científicos como es el caso de los fondos basales, un tema candente hoy día”.
De hecho, señala, la Academia pidió a los nuevos integrantes discutir y fijar una opinión sobre la materia. Aunque no tiene una posición bien definida aún, Encinas cree que, en principio, la idea de crear centros de investigación con científicos de distintas áreas es positiva. El problema, a su juicio, es la forma de abordar el financiamiento: si los recursos se obtienen de otros programas “probablemente los que sufrirán las consecuencias van a ser los proyectos más chicos como los Fondecyt…por otro lado, al final puede ocurrir que haya una concentración de los recursos en manos de unos pocos científicos en estos centros”.
Para Encinas es necesario invertir paralelamente en estos institutos de investigación y en proyectos más pequeños, de manera que “todos los científicos puedan hacer investigación”, más aún en momentos en que la competencia entre universidades es más feroz. “Hay proyectos muy buenos que no son aprobados entre otras cosas porque se privilegia el currículo del postulante y es lógico que sea así, pero se crea un círculo vicioso, porque los que tiene buen currículo ganan proyectos, siguen publicando, creando proyectos y hay una parte que queda excluida definitivamente”. Son las dificultades que viven países en desarrollo, como Chile, donde los recursos son súper limitados.
Actualmente, Encinas se encuentra desarrollando un proyecto posdoctoral en el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia, con financiamiento de Conicyt, a través del cual está estudiando la edad, sedimentología y paleobatimetría de depósitos marinos neógenos entre la cordillera de la costa y la depresión intermedia desde Temuco a Puerto Montt. También es investigador responsable del proyecto DIUC Ambiente de sedimentación y paleobatimetría de los depósitos marinos neógenos de las islas Mocha y Santa María, Chile Centro Sur.
Cristian Vargas, el estudio de los ciclos biogeoquímicos
“Este nombramiento me pilló un poco de sorpresa, porque la verdad yo había concursado hace tiempo, y el proceso demoró alrededor de ocho meses y para ser honesto se me había olvidado un poco que había enviado mis antecedentes”, indicó Cristian Vargas, investigador de Centro Eula y otro de los científicos de frontera de la Universidad.
Su área de estudio es el funcionamiento de ecosistemas acuáticos, principalmente en sistemas de fiordos, desembocaduras de ríos y estuarios. “En el Centro Eula la mayoría de mis colegas trabajan en sistemas de aguas continentales -de agua dulce-, así que prácticamente soy el único un poco más asociado a la parte marina”, indicó. Su trabajo está asociado al estudio de las zonas de interfase, principalmente asociado al impacto de las actividades antropogénicas sobre el funcionamiento de ecosistemas, flujos de energía, flujos de carbono.
Cuenta con varios proyectos en esa línea, de hecho justamente ahora en la zona de los fiordos, hay estudiantes participando de un crucero. Otra de los sectores de estudio es la desembocadura del río Itata y del Bío bío.
Vargas trabaja en un proyecto Fondecyt que estudia el impacto que tienen los flujos de agua dulce de los ríos –y con ellos los flujos de nutrientes que llevan los ríos-, en las tramas tróficas de los sistemas costeros. “Estamos trabajando en la desembocadura del río Itata, con una estación y también cerca de los que es bahía Coliumo, ahí hacemos mediciones de producción primaria, estudiamos las comunidades de bacterias y trabajamos con un grupo de zooplancton”, explicó.
Otro proyecto que desarrolla es un Cimar Fiordo, en el llamado nº13. “En este proyecto estamos trabajando en la zona del fiordo de Aysén. De hecho, el año pasado estuvimos trabajando en la versión 12 de este concurso y estudiamos el estuario de Reloncaví. Ahora ganamos este concurso donde trabajamos un grupo de personas provenientes de la Universidad ce Concepción, Austral y del Ciep”.
Otra de las labores que cumple Cristian Vargas, además de la docencia de pre y posgrado, es la coordinación de la línea de investigación del área de dinámica de poblaciones, del centro Ciep.
Sobre su nombramiento indicó que en el país existe una gran competitividad entre los investigadores jóvenes, lo que es muy bueno para el desarrollo de la ciencia. A su juicio pertenecer al grupo de Científicos de Frontera es un interesante desafío, sobre todo porque entrega la oportunidad de interactuar con un grupo multidisciplinario de elite.
|