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nro 603 viernes 25 de mayo de 2007

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  CULTURA

En el hall de acceso y dos salas de la Casa del Arte se exhibe esta exposición del destacado artista tomecino radicado actualmente en Portugal.

En la exposición La imaginación de las piedras que el viernes 4 de mayo inauguró en la Casa del Arte el escultor Vicente Gajardo, es posible encontrarse con el tránsito realizado por el artista en aproximadamente 30 años (desde 1976 a 2995), en el proceso de construir su propio lenguaje como artista unido ineludiblemente a la piedra.

“Ser escultor en piedra para mí es vivir la piedra en la escultura. Es sentir el material profundamente”.

Dedicado al poeta Gonzalo Rojas de cuyo poema “En cuanto a la imaginación de las piedras” tomó el nombre para la muestra, en este conjunto de obras el artista parece exhibir una suerte de sagrada vulnerabilidad; de arcano lenguaje, donde la gestualidad del autor subyace a la potencia propia de la piedra que, por momentos, aparece más humana en su propia certeza pétrea.

La exposición forma parte de la celebración del aniversario número 88 de la Universidad, y en ella pueden verse diversas series desarrolladas por el artista desde sus años de estudiante en la casa de estudios penquista, hasta un par de años atrás.

Una de las más imponentes, ubicada en el acceso a la Casa del Arte es Rueda de la serie Herramientas urbanas que, con su 1.80 metros de alto, interroga al espectador con respecto a lo que existe más allá de la ventana. En la monumental escultura, el artista visibiliza las capas de piedra como una forma de dejar al descubierto la piel del material, a la vez de exponer implícitamente el proceso de trabajo.

También en el hall del mural es posible encontrarse con Muro Aku, de la serie Muros, donde la reiteración del módulo le da mayor fuerza y presencia a la obra inspirada en Isla de Pascua.

-En su obra, se vive lo monolítico como una fuerza muy potente...

-Parto por un reconocimiento, por entablar una relación con el material. Es como una relación humana entre dos personas que se quieren y que deben producir el encuentro para establecer la relación, en este caso, de acuerdo a las características del material, respetando su silencio, su escala. La piedra es un material de la tierra y, por lo tanto, su escala tiene que ser aplomada, estar en relación con su territorio, su espacio.

-Otros aspectos que aparecen como constante en su escultura es el silencio de la síntesis, de los gestos mínimos, sumado a lo contundente...

-Claro y eso tiene que ver con comprender y aceptar el material. Establezco algunos acercamientos al minimalismo pero mi obra es muy humanista. En ella la abstracción siempre parte de una realidad que, sin ser tan explícita está presente, lo mismo que el hombre. La problemática de mi obra es también existencialista en el sentido de que siempre me estoy preguntando cosas a través de este material.

   

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