La Universidad cumple 88 años de vida. Es tiempo apropiado para evaluar lo caminado y por sobre todo mirar los desafíos que presenta el futuro para la educación superior y para nuestro país.

El sueño de los fundadores, producto del esfuerzo visionario y de la creatividad de la propia comunidad, vio sus primeros frutos cuando el 17 de marzo de 1919 iniciaron sus actividades las escuelas de Farmacia, Dentística, Química industrial y Pedagogía en inglés.

Habiendo nacido con muy escasos medios, pero profundamente enraizada en la conciencia regional que la apoyaba con fervor, el 14 de mayo de 1920 se le concedió la personalidad jurídica a la Corporación Universidad de Concepción, aprobando al mismo tiempo sus estatutos, fecha que conmemoramos en esta oportunidad.

La Universidad de Concepción sigue siendo hoy una organización profundamente insertada en la comunidad regional, de ella proviene más del 75% de sus estudiantes y la mayor parte de sus funcionarios. Está también integrada en la investigación con los principales centros industriales de la región del Bío Bío y del país, desde el norte hasta Magallanes, c ompromiso que se manifiesta en actividades como el Centro de Estudios Ecológicos de la Patagonia, que es una muestra del involucramiento en temas de interés nacional.

La integración internacional es uno de los desafíos más potentes que debe encarar nuestra casa de estudios en los próximos años.

Aspectos como la homologación de créditos y la movilidad estudiantil ya no son temas del mañana, surgen hoy con fuerza en diversas disciplinas. Se hace difícil concebir el trabajo de investigación sin formar parte de redes internacionales en las cuales la Universidad debe integrarse cada vez con más fuerza.

Un trabajo de excelencia en todos los ámbitos debe seguir caracterizando el quehacer de todos los miembros de la comunidad universitaria para conmemorar con orgullo el octogésimo octavo aniversario.