Eugenio Vogel Matamala
Embajador de la ciencia en regiones

“No se debe hacer ciencia dentro de cuatro paredes. Hay que enseñar lo que uno hace, es la única manera de fomentar el interés en los que vendrán”

Este académico de la Universidad de la Frontera de Temuco tiene mucho de penquista y lo liga fuertemente a la región nuestra casa de estudios superiores. Fue premio Universidad de Concepción 1969, año en que luego de culminar sus estudios de Licenciatura en Física, emigró a Estados Unidos, a la Johns Hopkins University, donde cursó sus estudios de master y doctorado en Física.

Hoy causa gran interés con su postulación al Premio Nacional en Ciencias Exactas, galardón que desde su primera adjudicación en 1993 nunca ha recaído en un científico que desarrolle sus labores en regiones.

Vogel no sólo ha hecho ciencia de alto nivel en el país -su especialidad es la física sólida, área en la que ha publicado un significativo número de artículos en revistas de corriente principal-, sino que su sello personal lo ha impreso a través de la preocupación por llevar la ciencia a los niños –mediante proyectos Explora-, a los medios de comunicación –con la organización de diversos seminarios sobre periodismo científico- o con el proyecto Milenio Física de la materia condensada, del cual fue su director y hoy forma parte del staff permanente.

Para Eugenio Vogel es claro: “no se debe hacer ciencia dentro de cuatro paredes. Hay que enseñar lo que uno hace, es la única manera de fomentar el interés en los que vendrán”.

¿Cómo define sus años en la UdeC?

Entré a la Universidad cuando estaba muy patente el sello de don Enrique Molina. Los años en los que estuve en la UdeC fueron cada uno diferente. Al comienzo fueron muy tranquilos, luego vinieron turbulencias políticas y confrontaciones. Terminé mi licenciatura en 1968, el 69 presenté mi tesis y el año 70 salí a estudiar a Estados Unidos. Pero puedo decir que viví intensamente cada uno de esos años.

¿Por qué una de sus preocupaciones ha sido vincular a periodistas y científicos?

Creo que el periodista científico se encuentra con ciertos temas que le son difíciles de “agarrar”. Tratando de cerrar esta brecha, dentro de la Iniciativa Científica Milenio, propuse hacer un congreso de periodismo científico y tuvo gran acogida, además de chilenos vino gente de México, Brasil, Argentina, produciéndose encuentros y diálogos -incluso algunos muy ásperos- hasta llegar a algunas convergencias.

Creo que lo más importante es que a estas cosas vienen estudiantes de periodismo y de ciencias y es a esa gente a la que le queda un poco el bichito. Yo opino que estamos sembrando, no esperemos que los científicos se conviertan en periodistas ni que los periodistas en científicos. Sin embargo, tengo mis apuestas hechas en las próximas generaciones.

¿Cómo enfrentará su candidatura al Premio Nacional?

Creo que tenemos la novedad de presentarnos dentro de la comunidad científica de regiones. Nunca antes un candidato al premio había empezado a visitar las instituciones para presentarse y decir “yo voy a postular al Premio Nacional de Ciencias, vengo a contárselos y me gustaría saber qué opinan”.

¿Es por eso que hasta ahora no hay premio de ciencias exactas en regiones?

No creo. Lo que pasa es que el país funciona así y esa es una de las razones que tuve para aceptar la candidatura. Además, si yo he criticado el centralismo no podía negarme a ser un candidato.

Karina Fuentes Riffo