Acuerdo con Universidad de Dresden

Una muestra más del fortalecimiento de los vínculos de nuestra casa de estudios con Alemania es la reciente firma del convenio marco de colaboración con la Universidad Técnica de Dresden.

Al director del Instituto de Cartografía de la facultad de facultad de Ciencias Forestales, Geo e Hidrociencias, Manfred Buchroithner, le correspondió representar al rector de su universidad, Herman Kokenge, como portador del acuerdo que apunta a la cooperación y desarrollo académico e intercambio en el campo de la educación, entre otras áreas, y que fue firmado por el rector Sergio Lavanchy el 14 de marzo.

Buchroithner, al igual que el académico de la Universidad Técnica de Karlsruhe, Hans-Peter Bähr, (ver página 7) fue uno de los participantes del taller de geodesia que se llevó a cabo en nuestra universidad en octubre de 2004, con la idea de impulsar el desarrollo local de las geociencias, aprovechando las potencialidades del observatorio TIGO. En esa oportunidad, las instituciones participantes, entre ellas la oficina de Cartografía de Alemania (BKG), comprometieron su apoyo a este objetivo.

Buchroithner señaló que estos acuerdos, además de promover asociaciones en diversas temáticas, abren espacios para acceder a financiamientos en agencias alemanas para dar soporte a la colaboración en el campo de la geodesia y disciplinas relacionadas.

Avión ligero

En su visita, Buchroithner ofreció una conferencia para estudiantes de las ingenierías Eléctrica, Aeroespacial, en Teleinformación y en Ciencias Forestales, en la que dio a conocer el trabajo que llevan a cabo los institutos de Cartografía y de Hidrología y el área de diseño técnico de su universidad en la construcción de un prototipo de un sistema aéreo liviano para observación terrestre, denominado Earth Observation System (EOS).

Se trata de un vehículo que optimiza las características del avión ligero de tipo comercial, y su principal virtud, como destacó el académico, es su gran versatilidad tanto en aplicaciones de sensoramiento remoto como en posibilidades de vuelo.

Dotado de una serie de cámaras y sensores –situados en diversos compartimentos habilitados en las alas- el vehículo es de gran utilidad en el monitoreo de catástrofes naturales y apoyo a labores de rescate (puede llegar a sitios aislados), en la actualización de datos topográficos, análisis de bosques y cursos de agua, seguimiento de las cubiertas de nieve y, en el dominio urbano, puede servir al control de estructuras civiles, aeropuertos y tráfico.

El sistema, de piloto automático y bajo consumo de energía, puede volar hasta 6 mil metros de alto (todo dependerá de la resistencia de su conductor, que cuelga del sistema como en el vuelo en alas delta). Opera en velocidades de entre 30 y 150 kilómetros y cubre hasta 250 kilómetros, con una capacidad de 6 horas continuas de trabajo.