Una sonrisa es la mejor retribución que los profesionales que trabajan en implantología oral o facial, pueden recibir de sus pacientes al término de un tratamiento.
Es el sello con que se cierra la rehabilitación que, más allá de una recuperación de una función perdida o de una corrección estética, encierra el restablecimiento de su confianza para enfrentar al mundo.
Bien lo sabe el director del Centro de Rehabilitación Oral Avanzada e Implantología (CRAI), Jorge Jofré, quien ha visto cómo su sistema de implantes para fijar prótesis, desarrollado a través de un proyecto Fondef, ha cambiado la vida de sus pacientes (ver recuadro), al devolverles la autoestima y la seguridad en sí mismos.
Cerrando este proyecto, el CRAI realizó el Primer Congreso Internacional de Implantología y Rehabilitación Dento Facial que se realizó -junto con el VIII Encuentro de la Sociedad Latinoamericana de Rehabilitación de la Cara y Prótesis Buco Máximo Facial- entre el jueves y el sábado en Suractivo, convocando a más de 400 profesionales de América Latina que tuvieron la oportunidad de conocer los últimos avances en el área, a través de las conferencias de un selecto grupo de especialistas de renombre mundial.
Entre ellos, el creador del sistema de implantología (cirugía y rehabilitación) guiada por computador, Daniel van Steenberghe, de la Universidad de Lovaina, Bélgica, quien mostró los alcances de esta herramienta en los tratamientos, dictando además un curso práctico del sistema Nobel Guide, y el director del Departamento de Otorrinolaringología de la Universidad de Gotenburgo, Suecia, Gösta Granström, que trabaja en implantes con audífonos intraóseos y referente mundial en la rehabilitación facial. Granstrom mostró su experiencia en implantes de orejas y audífonos que permiten revertir incluso la sordera profunda. Hoy, dice, el experto, cerca de 4 mil personas en el mundo usan oído con anclaje.
Si antes la implantología estaba orientada en primer término a la fijación de las piezas dentarias, hoy las exigencias son mucho mayores, como sostiene el académico brasileño, Rodolfo Candia. “No se trata de tener sólo dientes para masticar, sino para sonreír, para enamorarse, para sentirse feliz consigo mismo”. Pero, además, los pacientes quieren tratamientos rápidos y previsibles. A esto contribuyen los sistemas de modelación computacional que, integrando diversas técnicas, hacen más eficiente la planificación y ejecución de los trabajos. “El paciente tiene a la vista en una pantalla cómo va a quedar”.
Las consideraciones estéticas también han ido ganando terreno en el área. En la rehabilitación dental, como dice Candia, se busca que la pieza se integre armónicamente a un todo. Más crítico es este aspecto, por ejemplo, en personas que por accidentes, cáncer u otras enfermedades han perdido un ojo. Sobre el tratamiento de estos pacientes (y los que sufren problemas congénitos) trató la intervención del ocularista alemán, Roland Lautner, quien es dueño de una capacidad admirable para asumir este tipo de rehabilitaciones y que le da amplias satisfacciones cuando nota que el resultado de su trabajo es capaz de tornar la depresión en alegría.