Conociendo a los gigantes asiáticos

Grandes son las expectativas con que la economía nacional mira hacia el oriente, luego de la suscripción en noviembre de 2005 del tratado de libre comercio con China y de un acuerdo parcial, con India, en marzo de este año. Son dos economías en alza que representan casi el 50% de la población mundial y que prometen revolucionar los mercados mundiales. Son además, sociedades asentadas en tradiciones milenarias. Por eso se impone conocerla más allá de meramente comercial: manejar sus códigos culturales, políticos y sociales es un factor que puede influir en el éxito de las relaciones con estos países.

Una aproximación a estas realidades fue el seminario India y China, conociendo a los gigantes asiáticos que impartió la semana pasada el magíster en Historia, doctor especialista en civilización e historia de las religiones y escuelas filosóficas del sur de Asia, Sergio Carrasco, invitado por la dirección de Relaciones Internacionales e Institucionales. En dos jornadas hizo un repaso por su historia y los procesos fundamentales en los que se sustentan las actuales repúblicas de China e India y las implicancias que puede tener para Chile su asociación con estos países, adelantando parte de los temas que abordará en una serie de cursos que dictará el próximo año en la Universidad.

Conocedor del carácter indio y chino, el especialista destaca la diplomacia de ambos pueblos y las sutilidades que puede implicar la relación con ellos. Por ejemplo, si se habla de India es fundamental considerar el respeto a la religión desde una profunda tolerancia.

De China, afirma que hay que comprender que no existe para ellos otra forma de ser que la de ser imperio. Y, asegura, estamos ad portas de su renacimiento, por eso se atreve a especular sobre una estrategia en relación a nuestros genes mongoles: “todos los indios americanos vienen de la Mongolia y el patrono de la Mongolia es China…entonces podemos empezar a manejar la idea de que somos una provincia perdida y que de alguna manera podemos volver a reintegrarnos, con nuestra autonomía soberana, a esta vieja comunidad china”.

Más allá de las especulaciones, Carrasco señala que el escenario de la conexión con Asia presenta innumerables oportunidades para profesionales jóvenes, que pueden comenzar a prepararse en temas de la región; pero a la vez puede representar ciertos riegos para un país. “Una de las ventajas de las ventajas que a estas naciones les ha permitido superar a otras superpotencias es el tremendo universo de personas desde el que se hace la selección intelectual… cuando a ésta elite no le guste como se hacen o piensan las cosas (en países socios) van a querer intervenir”, lo que –dice- puede ocurrir de muchas maneras, como en el establecimiento de “aristocracias intelectuales” más allá de sus territorios.