Daniela Álvarez
Naturaleza: gran aliada

Nací y crecí en Rancagua. El campo fue mi hábitat natural. Recorrí la zona centro con mis padres y en una visita a un campo en San Carlos, de gente amiga, vi una lechería en plena producción.

La imagen del cerdo se liga a la suciedad. Ahí está el “chancho limpio nunca engorda”, que hemos repetido innumerables veces. La tarea de Daniela Alvarez Gennaro (31), una joven agrónoma de la Universidad de Concepción como jefe del departamento ambiental de la Asociación de Productores de Cerdos de Chile, Asproce, es contrariando esa imagen atávica, proponer, promover y coordinar políticas ambientales de producción limpia del cerdo.

Su vida en Rancagua, marcó su entusiasmo por la crianza animal, la producción veterinaria, lo que marcó de alguna forma su vocación, que complementó con charlas en distintas facultades de agronomía. “Llegado el momento, Santiago me atemorizó y partí a Chillán en 1992”.

¿Cuál fue su impresión de la Facultad

Hubo un feeling completo, el parque mismo, profesores estimulantes para sobrellevar un primer año árido. Recuerdo gente como mis profesoras Rose Marie Wilkens y Felicitas Díaz, grandes apoyos en su momento, o Marco Figueroa, con su especial dinámica en clase de forrajería y praderas que la hacía imperdible. En 1998 me recibí, antes hice bastantes prácticas que me resultaron muy útiles, tiempo que además aproveché para viajar a Europa.

Viene del sector público, ¿se formó allí?

Vengo del SAG de la VI Región, donde tuve mi primer trabajo titular. Allí nació mi vocación por el tema protección de recursos naturales. Me desempeñé en el corazón agrícola de la VI Región, en proyectos sobre conservación de suelos, agua y biodiversidad en el secano interior costero. Llegué a la dirección Regional en Rancagua donde abordé temas de producción limpia en general y sistemas de evaluación de impacto ambiental. Fue un trabajo que me atrajo por su condición de multidisciplinario y que recién se desarrollaba . Estoy agradecida del sector público por la capacitación recibida o facilidades para hacerlo.

¿Cómo llega a trabajar el tema porcino?

En la producción porcina hay una línea que se divide en antes de 1999 y después, cuando se firma el primer acuerdo de producción limpia con prácticas comunes y aceptadas por todos los involucrados al que le siguen otros. Se trata en definitiva de evitar descargas, de reducción de consumo de aguas, control de insectos, control de olores considerando que las poblaciones se acercan cada vez más a las faenadoras dado el ordenamiento territorial de algunas regiones . El trabajo mío está destinado a coordinar, crear puentes entre los sectores privados y públicos, formar a las personas.

¿Cuál es el fuerte de la producción?

Chile es un país, en general, libre de enfermedades y plagas. La genética ha evolucionado. Hoy se obtienen cortes magros, con menos infiltración de grasas. De ser calificada de pesada e indigesta también cambia al de una carne base de estupendas preparaciones culinarias y que ingresa, con honores, a las mesas más refinadas, además de ser requerido por los mercados internacionales. China es el mayor productor porcino del mundo y es además el mayor consumidor, sin embargo, no se autoabastecen y necesitan comprar en mercados externos como el nuestro.

-¿Lo aprendido en la U, fue útil para esta etapa de su desarrollo profesional?

Por supuesto. La U te da todas las herramientas en las múltiples áreas, hay un excelente nivel docente, académicos que saben muy bien lo que enseñan. Los profesionales que egresamos tenemos el empuje y sabemos manejarnos bien. En el ejercicio profesional se van adquiriendo otras destrezas que se acumulan. En esta profesión la naturaleza es tú gran aliada, de ella aprendes mucho, si sabes observar el ciclo de las estaciones.

Mónica Silva Andrade