Buen momento para Investigaciones antárticas
Más de 200 investigadores de Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Brasil, Malasia se reunieron en el II Simposio latinoamericano sobre investigaciones antárticas y la VI Reunión chilena de investigación antártica, que se realizaron la semana pasada en la Universidad.
La actividad, de tres días de duración, fue convocada por el Comité nacional de investigaciones antárticas (CNIA), y organizada por el programa Antártico de nuestra casa de estudios (Pranudec) y el Instituto chileno antártico (INACH). Las ponencias abarcaron temas biológicos, físicos, geológicos y de contaminación.
El coordinador de la INACH, Marcelo Leppe, calificó este encuentro como una “reunión de récords”, demostrando que existe un fuerte compromiso para mejorar la ciencia antártica.
Para ello, aseguró, se necesita transitar por diversas etapas como la autoexigencia en el nivel de las publicaciones, mejorar los lazos de intercambio y formar más investigadores antárticos.
Otro aspecto relevante es el tema de los recursos asignados a las investigaciones antárticas, cuyos aspectos logísticos son de un alto costo.
En ese sentido, junto con anunciar que un incremento en los lazos con el Año Polar Internacional (2007-2008), se señaló que para este año se aumentaron los fondos destinados a investigación antártica a 500 millones de pesos (en 2003 estos difícilmente alcanzaban los 220 millones) y se señaló que se espera que en los próximos 18 meses ellos asciendan a 800 millones de pesos, según informó el director del INACH, José Retamales.
Por su parte Leppe adelantó que probablemente el próximo año la INACH anunciará becas para tesis doctorales en temas antárticos, de manera de ayudar a estos objetivos.
Para Chile, la Antártica no sólo representa importancia del punto de vista geopolítico, sino que también científico ya que no existe otro lugar en el planeta donde se puedan estudiar mejor ciertos efectos como la acidificación del océano producto de la polución.
Este hecho nuevo se produce debido a la disolución de CO2 en el agua y se verifica de manera más fuerte y rápida cuando las temperaturas son más bajas, como ocurre en el Océano Austral.
“Ello disminuye la posibilidad de los organismos marinos de fabricar carbonato de calcio, que es lo que produce la caparazón de todos los organismos marinos”, señaló Retamales.
Otro aspecto que destacó es que la atmósfera en la Antártica es tan estable que, en cuanto a sensibilidad y precisión, no existe en el mundo un lugar mejor para observaciones astronómicas.
El director de INACH destacó que encuentros de este tipo, en nuestra casa de estudios, que cuenta con una trayectoria en investigación antártica, tienen como objetivo estimular la mayor investigación de calidad en materias antárticas.
“En un escenario donde 35 países desarrollan investigación antártica, Chile ocupa el lugar 23; nuestro país se merece un mejor lugar y creemos que estamos en un despegue del aporte económico para investigaciones en esta área, con un aumento de interés universitario y del Conicyt”.
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