En Santiago presentan hoy proyecto Fondef de la Universidad
Destrucción de sustancias tóxicas cloradas
sin contaminación del medio ambiente
Entre esas sustancias tóxicas figuran: askaveles o policlorobifenidos en los transformadores industriales (Codelco, Ferrocarriles, Metro, Huachipato, ENAP), plaguicidas en agricultura e industria forestal, residuos industriales tóxicos, dioxinas y furanos producidos en ignición de compuestos clorados. Ellos son cancerígenos y mutagénicos.
A partir de la necesidad de las empresas nacionales de tener una alternativa para disponer de sus residuos peligrosos (la única posibilidad permitida actualmente es por ignición de hornos en Europa, que al hacerse fuera de Chile tiene un elevado costo), un equipo de investigadores liderados por el académico de Ciencias Químicas, Burkhard Seeger, desarrolló el proyecto Fondef Destrucción de sustancias tóxicas cloradas sin contaminación del medio ambiente.
El proyecto, de 2 años de duración, fue adjudicado en 2005 y las empresas asociadas son Turbomecánica, Empresa de Servicios Tecnológicos y Servicios Técnicos Urbanos.
Mediante el desarrollo de un método que permite la destrucción rápida de toda sustancia orgánica tóxica sin contaminar el medio ambiente, la idea fundamental del proyecto consiste en una reacción de oxidación húmeda de estas sustancias con oxígeno puro o del aire, la cual es catalizada utilizando óxidos de nitrógeno.
Durante la reacción se forma dióxido de carbono y como producto final no tóxico, en el caso de los clorados, ácido clorhídrico que se neutraliza, evitando así la contaminación ambiental con compuestos secundarios tóxicos y sin explosiones, que son los problemas en la combustión.
Los métodos de destrucción caliente (hornos) siempre producen algo de contaminación por la liberación de pequeñas cantidades de sustancias tóxicas, como las dioxinas, lo que no se produce con esta tecnología.
A nivel de laboratorio se ha implementado ya el equipamiento necesario que permite el estudio de las variables y de la cinética de la reacción para los diferentes tipos de sustancias orgánicas tóxicas y la obtención de datos para el escalamiento a escala piloto, a través de un equipo automatizado. Al término del proyecto se espera construir una planta piloto móvil con un reactor que destruya 20 kg. de tóxicos clorados por hora, en el mismo lugar donde se generan o almacenan.
A juicio de los investigadores, a corto plazo el mercado para el proyecto es el nacional, compuesto principalmente por empresas mineras que poseen bastantes cantidades de Askareles, las empresas eléctricas, Ferrocarriles del Estado y Ferrocarriles del Norte, el Metro y las grandes industrias como las petroleras (Enap), Huachipato y Asmar. También se contemplan las empresas ligadas a la agricultura que disponen de cantidades apreciables de plaguicidas, mercados que sustentarían el proyecto por lo menos 10 años.
Para esta mañana está programada la presentación del proyecto en la sede de ICARE, Santiago. En la ceremonia, además de la presentación del proyecto por parte del director Burkhard Seeger, están contempladas las intervenciones de José Goñi, representante en Santiago de la Universidad de Concepción; Alex Berg, director Unidad de Desarrollo Tecnológico, UdeC; Marcelo Molina, jefe Unidad Proyectos Tecnológicos de nuestra casa de estudios; representantes de las empresas asociadas y un representante de Conicyt. |