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Homenaje in memorian de Ruggeri:
“académico sin estridencias”
Si bien se le reconoció su calidad profesional y su aporte al departamento de Español y a la Universidad en general, inevitablemente el homenaje in memorian de Enrique Ruggeri estuvo lleno de pequeños recuerdos cotidianos.
El ex director del departamento de Español murió el pasado 4 de mayo a los 66 años, en pleno ejercicio de su cargo. Académicos, amigos y alumnos se reunieron para destacar sus cualidades humanas y profesionales, y dedicarle recuerdos, música y poesía.
Una de sus últimas alumnas, Eloísa Correa, para quien Ruggeri era como un “padre, lleno de calidez y sabiduría”, con su fuerte vocación por la formación, el académico deseaba “estampar en nosotros un ideal clásico de educación integral”.
En la emotiva ceremonia, Oscar Pettel y Alonso Tapia, del grupo Grillo de papel, le dedicaron sendos poemas, mientras su colega y amigo por más de un cuarto de siglo, Leonardo Mazzei, director del departamento de Historia, evocó los lazos que los unieron cuando estuvieron becados en Italia. “No olvidaremos tu hablar mesurado, tus sabias sentencias latinas y el atractivo incomparable de tu relato. Fuiste un hombre bueno, nos enseñaste que la bondad era posible”.
Por su parte, el profesor emérito del departamento de Español, Max Echeverría, recordó cómo Ruggeri se interesó en sus inicios en la lingüística etnográfica, pasión que dio luego paso a su gran amor: la enseñanza del latín que abandonó recién hace un par de semanas.
Sorpresivamente, el ex fundador del departamento de Español y doctor Honoris Causa de la Universidad, Gonzalo Rojas, se despidió con su particular lenguaje poético del desaparecido académico. “Y no me vengan con que el muerto de hoy es Enrique Ruggeri. Todos somos el muerto de hoy”.
Finalmente el decano de Humanidades y Arte, Patricio Oyaneder, destacó el compromiso del docente e investigador con la buena gestión universitaria. “No sólo trabajaba en la Universidad, sino que amaba a ésta en su trabajo. Cumplía, además, su labor académica sin estridencias”.
En la ceremonia estuvo presente su viuda, Yolanda González, el vicerrector Ernesto Figueroa; el director de Docencia, José Sánchez, alumnos, amigos y colegas.
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