Ética en la toma de
decisiones pediátricas
La información y comunicación con los padres es parte de un proceso fundamental. Será lo que en determinadas situaciones entregue pautas de acción a los médicos y lo aleje de las respuestas emocionales.
“En una situación riesgo-beneficio, que no está clara, los padres tienen más que decir”.
Para la doctora Azucena Couceiro, profesora de bioética, historia y teoría de la medicina, de la Universidad Autónoma de Madrid, la toma de decisiones clínicas se ha vuelto de gran complejidad. “Ya no basta con saber manejar los aspectos científicos de la disciplina, sino que es necesaria una aproximación metodológica a los aspectos éticos de la misma. Ellos es así por la confluencia de la tres factores: la tecnología médica, la autonomía de los pacientes, y la aparición de los sistemas sanitarios públicos”. Para discutir y conocerla perspectiva que se vive en España, además de conocer en boca de una experta en el tema, el departamento de pediatría de la facultad de Medicina, organizó la reunión clínica con el servicio de Pediatría del Hospital Regional.
En su exposición Couceiro indicó que a la hora de tomar una decisión que implique un conflicto ético, el médico se enfrenta a dos actitudes, la intervencionista y la racionalista. Es en la segunda, la racionalista, la que le permitirá al médico aplicar un adecuado tratamiento al paciente. “Es la opción más adecuada, pero no las más cómoda”, indicó la especialista.
Mientras que la actitud intervencionista se caracteriza por una “lucha ciega contra la muerte”, dejando de lado los límites éticos propios de paciente (y, en mucho casos del propio médico), la actitud racionalista vela por intervenciones proporcionales en la evaluación diaria del niño. “Mientras en la primera los éxitos médicos se explican por ‘milagro’, en la segunda son méritos ciertos de la excelencia profesional del médico”, indicó Couceiro.
Sin embargo, cuando la situación del niño no está clara es responsabilidad de los médicos entregarle todos los antecedentes –en una forma en que lo puedan entender- a los padres. “Es una situación riesgo-beneficio, indica la doctora, y cuando esta situación no está clara los padres tienen más que decir”.
De ahí que el proceso de información y comunicación con los padres es fundamental. “Es un aspecto que se debe inculcar en los estudiantes de medicina”. En este proceso el objetivo es la aceptación del niño, la comprensión de sus problemas, el apoyo emocional y, como paso final, establecer el marco adecuado para la toma de decisiones.
|