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nro 576  Jueves 12 de enero de 2006

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  PERSPECTIVA

Manteniendo la tradición de las escuelas temáticas, el polémico concepto de la belleza es abordado en esta temporada estival que se extiende hasta el 20 de enero.

Contraviniendo la ley de la temporada, lluvia abundante (como ya había ocurrido en más de alguna ocasión pasada) recibió la jornada inaugural de la Escuela de verano 2006. Tanto fue que hasta debió suspenderse la presentación del ballet folclórico de la UdeC programada para las 21 horas del jueves 5 en el foro universitario.

Sin embargo, el completo y variado programa de la actividad estival continúa inmutable y las Formas de la belleza en Occidente se continúan analizando bajo múltiples modos: mesas redondas, conferencias, talleres y cursos.

Desde 1999 que la escuela de verano de la Universidad se estructura en torno a un tema de interés académico y para la comunidad en general; es así como se ha transitado, entre otras materias, por la violencia, la utopía y, ahora, la belleza.

Al hablar de lo bello se aborda un tema de gran complejidad en cuanto a tratamiento y análisis, aseguró el rector Sergio Lavanchy al inaugurar el jueves 5 la temporada estival, bajo la mirada sabia del mural de la Casa del Arte.

“La belleza no es algo absoluto ni inmutable, depende de la época y de la cultura, pero además es también un asunto que envuelve lo más íntimo de nuestro ser, la admiramos y la apreciamos de acuerdo a nuestros propios sentimientos y vivencias. Así como los colores necesitan de la luz para ser advertidos o visibles, la belleza necesita de nuestros sentidos para ser percibida, vista y oído más que, gusto tacto y olfato”, agregó Lavanchy, y posteriormente realizó un recorrido histórico y cultural por distintos personajes que se refirieron a la belleza, relacionándola finalmente con la matemática y la música.

Desde los griegos clásicos a autores más contemporáneos como Víctor Hugo, Baudelaire, John Keats (“La belleza es verdad; la verdad, belleza. Esto es todo lo que sabes sobre la tierra, y todo lo que necesitas saber”) y el premio Nobel japonés Yasunari Kawabata, fueron transitando por sus palabras. Sin olvidar mencionar la obra maestra “el jardín de las delicias” de El Bosco, ni evitar referirse a otros como Hegel.

“Otra forma de belleza la podemos encontrar en las proporciones matemáticas y geométricas. Con Pitágoras nace una visión estético-matemática del universo: las cosas existen porque están ordenadas, y están ordenadas porque en ellas se cumplen leyes matemáticas que son condición de existencia y belleza(...) Las formas de la belleza perceptibles por el oído, como la música, despiertan sospechas debido a la implicación que producen en el ánimo de quién la escucha”, señaló.

En cada una de las actividades de la Escuela de Verano se les entrega a los asistentes una tarjeta en la que se les solicita escriban lo que la belleza significa para ellos.

   

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