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La
formación profesional
en la nueva economía
El
alma de todo este sistema interconectado son las personas,
que dan sentido a las redes, y no las tecnologías
que permiten su construcción.
El
paso de una sociedad industrial a otra basada en el
saber, ha roto los esquemas en la formación
profesionales dentro de un nuevo paradigma del aparato
productivo. “Hay más competencia sobre
la innovación de la producción, aumenta
la velocidad del desarrollo de productos”, señala
el académico de la Universidad de Tecnológica
de Chemnitz (Alemania), Manfred Moldaschl.
En este contexto, las empresas reclaman “cooperación
entre distintas formaciones, disciplinas y cuerpos de
saber…la gente tiene que ser más abierta
en su forma de pensar”, afirma el director del
Instituto para la Innovación de la Gerencia y
Desarrollo de Personal y presidente de la Asociación
Industrial de Sociología, quien visitó la
facultad de Ciencias Forestales en el marco del proyecto
Mecesup Modernización de la formación de
profesionales silvomadereros mediante la acción
integrada de las universidades del Bío-Bío
y de Concepción.
La formación, por tanto, debe considerar el desarrollo
de habilidades creativas, de comunicación e integración
en equipos, de resolución de conflictos, capacidad
de actuar con autonomía y autocontrol, entre otras.
Pero esto, según Moldaschl entronca con la estructura
de las universidades, en cuya mayoría persisten
currículos rígidos, sistemas enseñanza
frontal y concepciones profesionales clásicos.
En una charla para docentes y estudiantes, el académico
dio a conocer la experiencia desarrollada en su Universidad,
donde se han ido incorporando modificaciones, con la
inclusión de mayores complementos al currículum
base, simulaciones de situaciones de empresas, juegos
de roles, prácticas tempranas, programas de científicos
auxiliares, tesinas en equipos, evaluaciones recíprocas
entre estudiantes, acciones que apuntan a promover el
desarrollo de las nuevas competencias. |
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