En bosque nativo
Una mala ley es mejor que la ausencia de regulaciones

Una mala ley, perfectible en el tiempo, es lo que prefiere el diputado Roberto Delmastro antes que la ausencia de regulaciones, cuando se habla del bosque nativo, un tema que ha sido el foco de sus preocupaciones como parlamentario.

Su posición se explica por la lenta tramitación del proyecto de ley de Fomento y conservación del bosque nativo, que se encuentra en el congreso hace 13 años. “El bosque chileno ha permanecido por miles de años en este territorio...posiblemente trece años en su vida es poco, pero la verdad es que podrían ser fatales”, dice al enfatizar que la ausencia de regulaciones ha hecho que en este momento el bosque nativo prácticamente no tenga valor.

Delmastro hizo un recorrido en torno a las etapas que ha seguido la discusión sobre este proyecto de ley, en una conferencia que ofreció el jueves pasado para estudiantes y académicos de la facultad de Ciencias Forestales, oportunidad en que afirmó que el retraso en la aprobación de esta ley se ha debido a la falta voluntad política, y la poca conciencia sobre sus implicancias económicas, sociales y medioambientales.

A pesar de la falta de consenso en relación a esta ley, que consta de 56 artículos permanentes y 3 transitorios, Delmastro destaca entre sus bondades la creación de un fondo de conservación y manejo sustentable y la destinación de recursos para investigación, la creación de un consejo consultivo forestal, la consagración de un catastro forestal cada 10 años –fundamental, a su juicio, para conocer el estado real de los recursos-, la prohibición de cortar especies nativas que se encuentran relacionadas con fuentes de agua, zonas áridas y semiáridas y la bonificación a las actividades de manejo de los recursos.

Lo último es –señala- uno de los puntos más importantes del proyecto ya que, es un incentivo para el manejo del bosque nativo, lo que permitiría incorporar 5 millones de hectáreas de bosques nativos productivos a la actividad económica. “La idea es que estos 5 millones de hectáreas, que hoy valen cero, puedan generar riquezas, puedan generar fuentes de trabajo en forma sustentable, sin desaparecer”.