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Mitigar
efectos
La
coyuntura del terremoto de la primera región
hizo más visible la presentación,
la semana pasada, del proyecto de instalación
de un observatorio sismológico en la Región
del Bío Bío, iniciativa interfacultades
que apunta a mitigar los riesgos que envuelve
la ocurrencia de movimientos telúricos
de gran magnitud.
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El
proyecto ha sido discutido durante mucho tiempo por
especialistas del área, pero la voluntad de hacerlo
realidad se hizo más patente a partir de este
año, con la conformación de un grupo insterdisciplinario
de trabajo en el que participan las facultades de Ciencias
Químicas, con su departamento de Ciencias de la
Tierra; de Ingeniería, con el departamento de
Ingeniería Civil, y de Ciencias Físicas
y Matemáticas, con el departamento de Geofísica,
al que se sumó más tarde la facultad de
Educación. Investigadores y directivos de todas las reparticiones
involucradas en el proyecto se reunieron el miércoles,
en el auditorio 105 de la facultad de Ingeniería,
donde se efectuó la presentación de la
iniciativa, a la que también asistieron el consejero
regional, Bernardo Daroch, y un representante de la Oficina
Regional del Emergencias, Oremi.
En su exposición, el docente del departamento
de Ciencias de la Tierra, Klauss Bataille, justificó la
relevancia de un proyecto como el de este observatorio
en las grandes pérdidas económicas que
sufre el país cada vez que ocurren sismos de magnitudes
importantes. Bataille señaló que, de acuerdo
a la literatura, cada 100 años se presentan movimientos
en el orden de los 7/8º en la escala de Richter.
Estar mejor preparados para un evento de esta naturaleza
depende de contar con antecedentes adecuados
para que las autoridades puedan tomar decisiones.
Un
observatorio en la región permitiría contar con un sistema
de información inmediata tras la ocurrencia de
un sismo; mapas de riesgos para minimizar los daños
y mejorar la planificación en las ciudades, además
de diseñar programas de protección civil
y prevención.
En el último punto destaca el aspecto educativo.
Es importante aprender a vivir en una zona sísmica”,
dijo Bataille, agregando que el nivel de la cultura en
el tema, en Concepción, quedó en evidencia
con el falso tsunami del verano. Por eso el proyecto
considera definir formas de educar a la población,
con convenios con Mineduc, la formación de monitores,
cursos informativos, entre otros recursos, como la web,
donde se puede mantener información actualizada.
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