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 El último
trabajo fotográfico del artista visual
Luis Poirot, fue presentado por el director del
Museo Nacional de Bellas Artes, Milán
Ivelic.
Este tríptico, como fue presentado, significa
un verdadero desafío a quien la visite.
Lo especial del último trabajo de Poirot
está en su inspiración: un cáncer
que afectó su ojo izquierdo, que lo hizo
cambiar por completo su estilo y perspectiva de
fotografiar y de ver la vida.
La muestra es presentada como una biografía
del artista. Su duro recorrido por la enfermedad
que lo aquejó lo llevó a realizar
una mirada a la fragilidad del ser, sobre todo
su debilidad ante la fuerza de la naturaleza.
Esto
queda reflejado en las flores marchitas y
como lo vivo se va deteriorando, la fragilidad
en la
desnudez femenina, quien da la vida pero
no es eterna y por otro lado lo que sí es eterno
y siempre está ahí: la naturaleza,
el mar y las rocas.
Claudio
Santos solista
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• M+s
información
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Imágenes
para una Anatomía Apócrifa
Así se
denomina la muestra inaugurada el pasado
miércoles del artista y docente
de la universidad Claudio Romo.
Sus grabados, para algunos con formas
poco convencionales para la cultura
occidental, invitan a reflexionar,
a través
del cuerpo, sobre la doma de la cultura
y la jurisprudencia.
En
sus grabados expone el cuerpo como
lugar de castigo
a la naturaleza en sus posibilidades,
como lugar de sacrificio pero también
de nacimiento y subversión del
lenguaje y el discurso. Así se
invita al observador a ser un buen lector
de estos mensajes, que han significado
un trabajo de dos años para el
experto en grabados. Una de las interpretaciones
de esta muestra es exponer el cuerpo
humano en códigos de deformidad,
laceración y mutilación;
se hace referencia a sus relaciones con
sistemas simbólicos de lo sacro
y lo profano.
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