No
ha existido diálogo y al parecer tampoco la
voluntad de crear los espacios para que ocurra. Así lo
reflejan las manifestaciones en cinco regiones del
país la semana pasada que dejaron centenares
de detenidos. Las situaciones más graves se
produjeron en Concepción y Valparaíso.
La movilización estudiantil en nuestra ciudad
fue en rechazo a la falta de crédito universitario
que afecta a las Universidades del Consejo de Rectores.
La jornada de movilizaciones, a nivel nacional, fue
convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile,
Confech, para reclamar por la nueva ley de financiamiento
de la educación superior, que se discute en el
Congreso.
Los incidentes más graves se registraron al interior
de nuestra casa de estudios, donde las fuerzas de carabineros
hicieron un despliege de fuerza que obligó a suspender
las actividades lectivas en numerosas facultades.
La rectoría ha planteado permanentemente que los
estudiantes tienen el derecho a manifestarse en forma
pacífica y hacer valer sus legítimos puntos
de vista, opinión que es compartida por la directiva
de la FEC.
También ha dado a conocer su punto de vista en
el sentido que la violencia nada engendra y sólo
llama a más violencia, por lo que la ha condenado
y condena venga de donde venga.
Tal como se han repudiado las agresiones llevadas
a cabo por encapuchados, se ha puesto de manifiesto
también
la condena al uso de la fuerza por parte de los efectivos
policiales que ponen en riesgo la integridad física
de la comunidad universitaria que realiza sus labores
en forma normal.
La apertura al diálogo y a buscar nuevas formas
para solucionar los problemas de financiamiento de los
alumnos que ingresan a la Educación Superior es
una tarea de suma urgencia, que requiere de la voluntad
de todos los actores políticos y sociales.
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