Cecilia
Pérez
Las mujeres y la familia
han sufrido un cambio social
Sencilla
y de voz suave, pero enfática cuando quiere
recalcar temas como la igualdad y los derechos de la
mujer, la asistente social de 38 años, soltera,
oriunda de Puerto Montt, reconoce con nostalgia que
su paso por la Universidad de Concepción dejó una
importante huella en su vida.
La
ministra Cecilia Pérez estudió entre
1985 y 1988 en nuestra casa de estudios. A comienzos
de la década de los 90 realizó estudios
de postítulo en la Universidad Michell Montagne,
Francia, sobre Desarrollo Regional y Local.
Se
ha desempeñado en diversos cargos vinculados
a políticas sociales y administración pública:
a nivel local en las áreas de Desarrollo Comunitario
y Planificación de la municipalidad de Concepción;
a nivel regional, en la Seremi de Planificación
y Coordinación, y a nivel nacional, en el Programa
de Monitoreo de las Políticas Sociales de Mideplan
y en la Fundación Nacional para la Superación
de la Pobreza.
En
2003, el Presidente Lagos la nombra ministra del Servicio
Nacional de la Mujer. ¿Cómo influyó su
paso por la Universidad en el desempeño de este
puesto?
Yo le asigno una influencia central y significativa
a la Universidad, a mi experiencia como estudiante
en esos
tiempos, a lo que fue mi formación no solamente
profesional, sino que a las decisiones que fui tomando
en el tiempo de las tareas y de los trabajos que he desarrollado.
Y me ha permitido, tener una visión de la realidad
social de Chile, de la complejidad de los temas sociales
que, estoy convencida, tuvieron un origen o una influencia
muy fuerte en esos años en que fui estudiante.
¿
Cuán importante es el apoyo de una pareja o de
la familia en un trabajo con tanta responsabilidad como
el de ministra?
Yo soy mamá adoptiva, de Valentina que tiene dos
años. Hasta hace un tiempo yo era una profesional
soltera, joven, y tomé la decisión de asumir
la maternidad. Como hoy sabemos, las experiencias familiares
no tienen una secuencia lógica, una línea
recta. Yo no tengo una pareja ahora, pero tengo una enorme
red familiar y social que me ha permitido asumir el desafío
enorme que es, además de ser ministra, tener estas
responsabilidades familiares. La vida dirá si
esta familia se complementa con una pareja, pero hoy
la dificultad de esta ministra para asumir su rol familiar
es bien parecida, sino igual que la de todas las mujeres
que tienen que asumir eso, con pareja o sin pareja.
Con esta experiencia familiar, en su rol de ministra ¿cómo
piensa trabajar para que las leyes de adopción
favorezcan a más mujeres que desean ser madres
y quizá no tengan una pareja?
Nosotros cambiamos la legislación de adopción
hace unos tres años. Hace algunos años
era casi imposible, porque a fin de cuentas este concepto
de la ley tiene como principio fundamental el bien superior
de los niños. O sea no es la vida de nosotras
las mujeres solteras que queremos ser mamás, sino
que la prioridad son esos niños y esas niñas
que no pudieron desarrollar sus vidas con sus familias
de origen y que en muchos casos viven institucionalizados
en un hogar, en un centro. Frente a esa realidad existen
tres prioridades: primero una familia chilena; luego,
una familia extranjera y en tercer lugar una mujer soltera.
Pero ésa antes era una posibilidad que no existía
y hoy hay muchas mujeres que han adoptado a uno o más
hijos.
¿
Chile está experimentando entonces un cambio social
en la estructura de la familia?
Eso es. Son los derechos de las personas,
en este caso de los niños, y la posibilidad que la familia
se pueda expresar con esa diversidad.
¿
Cómo ve la realidad actual de estudiar lejos de
la familia, en especial para una mujer, en comparación
a la época en que Ud. estudió?
Desconectarte de tu lazo familiar siempre
es complejo, independientemente de
que la vida
es más moderna,
de que las mujeres son más libres, que hay más
igualdad, más oportunidades. Yo creo que vitalmente
siempre es una experiencia difícil, pero también
es cierto que hoy las mujeres están más
preparadas para asumirla.
¿
Piensa que en el futuro podría volver a Concepción?
Siempre he pensado en que en algún momento voy
a volver a estar vinculada a esta región, a esta
ciudad y, por qué no, a esta Universidad. Carolina
Acevedo
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