Cecilia
Villavicencio
Una académica de la universidad
a la subsecretaría de salud
En
su oficina aún quedan flores de las muchas que
recibió por su designación. La subsecretaria
de Salud, Cecilia Villavicencio Rosas, asumió su
importante cargo hace pocos días, los que han
resultado intensos.
Su
agenda ha incluido desde actividades en terreno, la
puesta en marcha de programas masivos
de vacunación hasta reuniones del más
alto nivel como el discurso que elaboró y leyó en
inglés ante un conspicuo auditorio de expertos
de la Organización Mundial de la Salud, encabezados
por el propio director general, que visitaban Chile.
Paralelamente ha armado su departamento en Santiago,
pues su casa permanece intacta en Concepción con
dos de sus tres hijos, Antonio y Javiera, alumnos universitarios.
Es posible que, dada la complejidad del cargo, tenga
poco tiempo para tocar guitarra y cantar, una de sus
actividades favoritas desde los tiempos en que como estudiante
de Medicina de la Universidad de Concepción formó parte
del Coro Universitario. ¿Qué sintió cuando
le ofrecieron ser Subsecretaria?
-Me sentí honrada, por un lado y sorprendida por
otro. Si se piensa que soy una profesional de región
y que soy mujer. Aunque esto último está siendo
superado cada vez por las múltiples oportunidades
que se le ofrecen a las mujeres para ocupar cargos de
importancia.
¿Por
experiencia no se quedaba?
- En los cinco años que estuve como seremi regional
participé en la gestión de la reforma de
salud pública. La ley sobre autoridad sanitaria,
por ejemplo, es una de las cinco que conforman el Auge,
reestructura el ministerio de Salud, separando las acciones
de prevención de la salud con aquella de la provisión
de los servicios de salud a las regiones para lo cual
crea la Subsecretaría de Redes Asistenciales.
¿Su
interés por la salud pública surge en
la U. de Concepción?
- En ese tiempo nuestra formación estuvo marcada
por la medicina social. Posteriormente me especializé en
la Universidad de Montreal en Canadá. Desde siempre
mantuve una opción marcada por la resolución
de los problemas de salud a nivel colectivo, más
que individual.
Conoce
la realidad del desarrollo -Canadá- y del subdesarrollo
-Chile- ¿Una salud pública eficiente implica
sobre todo recursos y mucha educación?
No necesariamente implica muchos recursos.
En países
con ingreso per cápita bajo, el caso nuestro,
concurren la prevención y la solución de
los problemas como las necesidades de cobertura y la
atención oportuna; mientras que en aquéllos
con ingresos altos, se enfatiza en las políticas
públicas que implican además de la atención,
alternativas tecnológicas y fórmulas de
seguros de salud. Sin embargo, en esos mismos países,
bajo buenos indicadores, suelen esconderse inequidades.
Respecto a la educación esto es inherente, es
decir no se entiende la salud pública, o no vale
nada si las políticas y programas no son comunicadas
oportuna y eficientemente a la comunidad en aspectos
tales como la promoción de hábitos y conductas
saludables.
- ¿Cómo
fue su experiencia en radio y televisión
como Seremi?
- Una buena experiencia y con gran espíritu de
utilidad pública y el sentido de la indivisibilidad
entre salud pública, comunicación y educación
en salud. Porque se trata de prevenir, convencer con
información útil y oportuna, para que las
personas puedan decidir en torno a su propio bienestar.
-
Le pregunto porque pocas personas son capaces de explicar
claramente el AUGE
como usted.
-Eso está relacionada con mi condición
de profesora. Soy docente de Medicina de la Universidad
y estoy con permiso sin goce de sueldo. Hago clases en
diferentes carreras del área como Nutrición,
Farmacia, Medicina y fue en ese marco donde hice una
presentación con el AUGE y sus contenidos, que
di a conocer cuando lo solicitaban.
¿
Piensa en algún proyecto conjunto con la facultad
de Medicina?
-
Por supuesto. Cuando me nombraron subsecretaria hablé con
el Decano. Me saludó de
manera muy afectuosa y nos comprometimos
a tratar distintas materias de
interés.
Tenemos pendiente esa conversación. Mónica
Silva Andrade
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