El
proyecto de ley sobre financiamiento de la educación
superior sorteó sorpresivamente el segundo trámite
constitucional, al aprobarlo el senado por unanimidad
luego que las comisiones de Hacienda y Educación
lograran un consenso sobre los criterios de asignación
de las garantías estatales a los~créditos
universitarios.
La iniciativa había sido suspendida, luego que
se hicieran presentes distintas visiones sobre el papel
del Estado en el ordenamiento de las carreras de educación
superior por vía de asignación de recursos
fiscales.
En el mecanismo aprobado, las instituciones, universidades
o carreras que tengan una morosidad de dos veces
el promedio del sistema crediticio quedan automáticamente
fuera de este sistema. De esta forma, al no poder optar
a la garantía del Estado para que sus alumnos
postulen a créditos, los parlamentarios buscan
evitar que los jóvenes estudien profesiones que
no aseguren su posterior inserción en el mercado
laboral con un sueldo digno. También dicha instancia
acordó incorporar una norma que permite que la
comisión administradora del crédito con
garantía estatal pueda, en función de los
antecedentes de remuneración y de ocupación
de los egresados de determinadas carreras, orientar mayores
recursos hacia aquéllas que tienen mayor campo.
La garantía estatal operará sólo
para créditos destinados a financiar total o parcialmente
estudios de educación superior que se realicen
en las instituciones que estén acreditadas conforme
al sistema de aseguramiento de la calidad de la educación;
que estén reconocidas oficialmente por el Estado,
que sean autónomas; que seleccionen sus alumnos
de primer año considerando el puntaje obtenido
por ellos en la PSU; que participen en la Comisión
Administradora del Sistema de Créditos para Estudios
Superiores y que utilicen el aporte fiscal indirecto
exclusivamente para fines de desarrollo institucional. Aún falta por ver el desarrollo de la iniciativa
en los restantes trámites legislativos.
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