Nicolás
Arrieta
La Universidad me
enseñó ser riguroso
Trabaja
en la misma oficina que lo recibió hace tres
años cuando recién ingresaba al ministerio
Público. Como esa vez, sabe ahora que deberá mudarse,
en unos meses, cuando se inaugure el Centro de Justicia
Famae, que albergará a una de las sedes de la
Fiscalía Centro-Norte y 77 fiscales, él
entre ellos.
A
10 meses
de que la Reforma Procesal Penal comience a operar
en Santiago, y con ello en todo Chile, en
el ministerio Público trabajan intensamente definiendo
el sistema que emplearán para enfrentar el mayor
volumen de causas criminales de todo el país.
Se
estudia distribuir las causas no por zonas geográficas,
sino por tipo de delito, toda una innovación
en lo que va de la nueva justicia.
Habrá, por ejemplo, combate y persecución
de delitos violentos, contra la propiedad, económicos
y narcotráfico, como una manera de optimizar los
recursos y el personal calificado en cada una de las
cuatro fiscalías que comenzarán a operar
en la región Metropolitana desde el 16 de junio
próximo.
Uno
de estos fiscales especializados es Nicolás Arrieta Concha, 37 años,
casado, dos hijos. Dice
guardar los mejores recuerdos de su época como
estudiante debido al especial ambiente que se generaba
entre los alumnos al interior del Campus.
“
Uno hace vida universitaria todo el día, no es
como en las universidades de Santiago, con las que uno
se desliga después que va a clases. Allá no,
uno está todo el día inserto en este ambiente,
sobre todo muchos de nosotros que éramos de fuera”.
Las pocas referencias que tenía de la Universidad
fueron suficientes para dejar en 1986 su casa en Santiago
e ingresar a Derecho en esta casa de estudios.
“
Sabía que era una buena universidad por un amigo
que había ingresado un año antes. El papá de
este amigo, que era abogado, conocía mucho de
las universidades tradicionales y ya me había
hablado de la Universidad de Concepción y de su
prestigio”.
- ¿Era lo que esperaba?
Con creces. Aquí en Santiago la Universidad de
Concepción goza de mucho prestigio y yo lo comprobé en
terreno, tiene muy buenos profesores, exigentes, tanto
así que una de las cosas que heredé de
la Universidad fue precisamente eso, porque lo que te
enseña es a asumir con mayor rigurosidad todos
los temas que te toque enfrentar. Eso se lo agradezco.
- ¿Es ése el mayor legado de la Universidad?
Creo que sí. A ti te forman como profesional en
todo sentido. Un buen nivel de exigencia te enseña
a enfrentar los desafíos con rigurosidad y mejor
preparados, porque la enseñanza que se da en la
Universidad es reconocida. Los profesionales que han
ingresado acá (ministerio Público) están
muy bien considerados.
- ¿Cómo llega a ser fiscal?
Siempre me gustó el derecho penal y eso se lo
agradezco a mi profesora, Juana Sanhueza. Recién
salido de la Universidad, ingresé a la Corporación
de Asistencia Judicial como abogado de la fundación
Paternitas; al poco tiempo, en 1998, al Consejo de Defensa
del Estado, que por entonces era la mejor escuela para
un penalista; después tuve la posibilidad de incorporarme
a la Fiscalía Nacional del ministerio Público
como abogado de la Unidad de Tráfico de Drogas,
de la cual más adelante fui su director y en julio
de este año fui nombrado en la fiscalía
Centro-Norte.
- ¿Cómo asume esta nueva etapa, la de investigador,
considerando que hasta ahora sólo ha cumplido
labores de asesoría?
Imagínate lo que significa dar el último
paso para implementar la Reforma en todo Chile. Si bien
fue un gran avance el que el año pasado se hayan
incorporado cuatro regiones tan importantes, sin duda
que para nosotros éste será nuestro mayor
desafío, considerando que el 47% de los delitos
se cometen en Santiago y que la mayor criminalidad organizada
está acá.
- ¿Y estará disponible las 24 horas del
día?
Por supuesto que sí. El que postula a fiscal debe
asumir esa responsabilidad y ese desafío. Nosotros
somos “abogados de emergencia”, tenemos que
estar disponibles las 24 horas y eso lo sabemos. Muchos
asesores del Ministerio Público no estuvieron
dispuestos a asumir ese desafío y prefirieron
quedarse en esa función. Erwin
Acevedo Ibáñez
|