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Seminario:
Propiedad industrial y las Pymes
El
seminario Manejo eficiente de la propiedad industrial:
un buen negocio comercial, fue organizado en conjunto
por la unidad de Propiedad Industrial, la dirección
de Investigación e Innova Bío Bío.
La actividad se realizó el jueves pasado con
un público que rondó los 120 participantes,
entre ellos pequeños y medianos empresarios
locales, investigadores de la universidad, estudiantes
de esta casa de estudios y los especialistas del área
quienes dictaron las charlas.
Abrió el seminario Marcelo Molina, de la dirección
de Investigación, estregando las pautas sobre
la importancia de la protección de las ideas innovadoras.
La abogado de la unidad de Propiedad Industrial,
del ministerio de Economía, Carmen Iglesias, explicó la
situación de las patentes de propiedad y la relación
de éstas en el contexto de los tratados de libre
comercio con Estados Unidos y la Unión Europea.
José Miguel Flores, jefe de la unidad de Propiedad
Industrial de la Universidad, refiriéndose a la
transferencia tecnológica en Chile, señaló que
los bienes intangibles (patentes de inversión,
modelos de utilidad, diseños industriales y marcas
comerciales) son un tema contingente y que en muchas
ocasiones el valor de estos bienes supera al de los tangibles.
En las Universidad, continuó Flores, existe un
reconocimiento institucional sobre la importancia de
la propiedad industrial. De hecho el mayor porcentaje
de trámites de patentación proviene de
las casas de estudios. “Esta, en particular, es
una de las que más patentes tramita”.
Para entregar una visión legal de las implicancias
del comercio electrónico, el profesor de derecho
comercial de la Universidad, Ricardo Sandoval, realizó una
exposición en la que abarcó los mecanismos
vigentes para las transacciones (firma electrónica
y certificado digital), además de los sistemas
de seguridad para resguardar su privacidad. En el tema de la transferencia tecnológica en
Estados Unidos, Juan Consuegra explicó el impacto
que causa en la sociedad, y refiriéndose a la
ley Bayh-Dole, que permite a las universidades ser dueña
de sus propias patentes y la posibilidad de comercialización
posterior, señaló que el recurso académico
que tienen los países se puede traducir a un recurso
comercial.
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