Todo
el país estuvo detenido el fin de semana
pasado enfrente al televisor y vibrando con los triunfos
deportivos de los tenistas Nicolás Massú y
Fernando González.
Las palabras del Presidente Ricardo Lagos de alguna
manera interpretaron el sentir del país cuando dijo que
lo más importante es la enseñanza que nos
ha dado a todos los chilenos. “Las cosas se hicieron
difíciles y lo sacó de adentro como lo
hemos hecho siempre en Chile, que cuando hay momentos
difíciles sabemos que si hacemos las cosas bien
salimos adelante”.
“Quisiera
decirle a Nicolás Massú, añadió,
gracias en nombre de Chile por el oro que le dio al país,
pero más importante, por el ejemplo que él
le dio a Chile al ser capaz de sobreponerse a momentos
tan difíciles con la convicción de que él
podía. Y él podía en nombre de los
15 millones”.
Que estos muchachos son un ejemplo para la juventud
no cabe duda. En el ámbito educacional, es conveniente
tener presente el esfuerzo que realizan a diario miles
de estudiantes al cursar, por ejemplo, su enseñanza
superior.
En nuestra casa de estudios, casi 20 mil alumnos
entre pre y posgrado, diariamente dan lo mejor
de sí y
más de alguno vence momentos difíciles
ante el fracaso en un certamen, o en un laboratorio.
Se levanta y se sobrepone.
Otros viajan diariamente desde Yumbel, Chillán
y otros lugares a clases en Concepción y viceversa.
Para ellos la jornada comienza muy temprano y el sacrificio
que realizan no es de todos conocido.
Tenemos un país lleno de pequeños héroes
anónimos a quienes es necesario estimular.
El ejemplo de estos dos jóvenes que alcanzaron
el máximo galardón olímpico, es
una demostración fehaciente de los valores que
atraviesan a la gran mayoría de la juventud chilena.
Esa un buen momento para mirar la vida con
un punto de vista más optimista.
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