Jaime
Lavados
“La
acreditación asegura
la calidad universitaria”
Lo
que más confiesa extrañar de su período
como rector de la Universidad de Chile, es el mundo
universitario. Pese a ser cirujano, las distintas labores
realizadas por Jaime Lavados lo han mantenido siempre
en contacto con la investigación y la docencia.
“La
actividad de estar con jóvenes y enseñar
sobre mis amores que son el funcionamiento del sistema
nervioso, y el cerebro en particular, no lo extraño.
Lo echaba de menos cuando era rector, ya que me era
mucho más difícil ejercer la docencia.
Ahora, la actividad de administración académica
que tiene la rectoría sí la extraño;
teníamos proyectos importantes, pero estos han
continuado”.
Luego de dejar la rectoría de la Chile se fue
a París como embajador de nuestro país
ante la Unesco. Ahora participa como par evaluador en
los procesos de acreditación institucional realizados
por la CNAP, labor que lo tiene manifiestamente satisfecho.
A fines de abril, el ex rector de la casa de Bello
lideró la
visita del Comité de pares externos, último
paso para la acreditación institucional de nuestra
casa de estudios.
-¿Qué significa
que una universidad obtenga la acreditación institucional?
-Es una tarea muy importante porque se inscribe en
el esfuerzo del Estado chileno relativo a la
ley de aseguramiento
de la calidad de la educación, que hoy está en
el Senado. En estos últimos 20 años la
educación superior prácticamente se ha
multiplicado por 8, tanto en cuanto al volumen de estudiantes
de pre y posgrado como en investigación. Entonces,
cómo asegurar que esta verdadera masificación
de la educación superior, que está alcanzando
del orden del 36% de la cohorte de estudiantes de entre
18 y 24 años, de los cuales poco más de
la mitad está en la universidad y el resto en
los centros de formación técnica e institutos
profesionales.
-¿Qué pasaba antes con la calidad universitaria?
-La reforma universitaria más profunda que ha
habido en Chile fue la que se introdujo en 1982, lo curioso
es que esos cambios no supusieron el sistema de acreditación.
De hecho, el primer sistema para asegurar calidad fue
el sistema de licenciamiento de las nuevas universidades
privadas, que comenzó a regir el año 90.
Ya han pasado 20 años en que las universidades
que ya salieron del licenciamiento de la Comisión
Nacional de Educación se autonomizaron y tampoco
tienen algún tipo de regulación. Uno no
sabe si las 560 nuevas sedes son todas competentes. Hay
sedes en los lugares más extraños que uno
se pregunta de dónde sacan profesores, de dónde
sacan alumnos. Una cosa dramática es que el sistema
bancario tiene más regulaciones que el sistema
de educación pública. Entonces, este esfuerzo,
que las mejores, las más potentes, las más
tradicionales universidades de Chile encabecen este esfuerzo
por instaurar una forma de educación superior
de calidad a través del sistema de evaluación
y acreditación, me parece muy importante.
-¿Qué es lo que se evalúa?
-Nosotros utilizamos, para evaluar la calidad de
las universidades, los elementos cuantitativos
cuando existen,
pero nos interesan más los elementos cualitativos.
La evaluación de calidad esta basada en métodos
cuantitativos.
-¿Cómo califica el sistema universitario
actual?
-Hay una evidente mejoría del sistema a partir
de la década del 90 a partir de la cual el gobierno
invierte en educación. Hay tres lugares en que
se han dado las mejoras, las universidades tradicionales,
las universidades privadas que han generado proyectos
consistentes y las universidades nuevas como las derivadas,
que han tenido algún mejoramiento notable. Pero
existe un grupo de las que no se saben cifras ni antecedentes,
salvo las propagandas que se ven en el metro, en los
buses, que naturalmente no significan nada respecto a
la calidad.
Ximena
Cortés Oñate
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