El
capital intangible de
la España democrática
Pese
a que el concepto de capital intangible es utilizado
por los economistas para definir lo que sería
el capital estructural y de recursos humanos de una
empresa, el historiador español Julio Pérez-Serrano
lo utiliza en el caso de los países para referirse
a las relaciones de estos con sus vecinos.
El académico de la Universidad de Cádiz
participó en la sesión final del diploma
internacional España en el siglo XX: del desastre
de fines de siglo XIX a la consolidación, organizado
por el departamento de Ciencias Históricas y Sociales,
con el tema El capital intangible de la España
democrática.
Tratando a su país como una gran empresa, Pérez-Serrano
extrapola el análisis económico a la historia
reciente de España, señalando que su “gran
patente” sería el cambio pacífico
en una transición democrática.
A su juicio, esa transición a la democracia en
España es una experiencia histórica de
relevancia internacional que ha sido referente para otros
países. En el ámbito interno, por su parte,
ha dotado a la intelectualidad española de un “nuevo
mito fundacional que da identidad al español y
también tranquilidad, al ser pacífica”.
Según el historiador, este mito ha trascendido
todos los sectores.
Para Pérez-Serrano, esta transición debiera
ser un modelo finito que, “ojalá en los
tiempos actuales no se mantenga intocable porque podría
llevar a España a perder el tren del proceso.
Si se pretende mantener intacto el modelo, es posible
que se quiebre”.
Con el interés de subrayar el carácter
histórico y finito de las transiciones históricas,
comparó el proceso con Chile, señalando
que en este último caso la transición fue
diferente y más tardía debido al contexto. “En
España la transición comenzó en
1975, en el contexto de plena guerra fría; Chile,
en cambio, lo vivió en la década del 90,
durante el fin de la guerra fría”.
Según él, a ambos países los une
el que los dos avanzan en paralelo por un binomio mítico
del mundo globalizado: democracia y mercado. |