El
tema de la inscripción electoral voluntaria
y el término del voto obligatorio está hoy
en la discusión pública. El presidente
Lagos ha hecho suya esta propuesta en su mensaje al
Congreso del 21 de mayo, anunciando el próximo
envío al congreso de un proyecto de reforma.
En el texto el mandatario señala que “la
consolidación de nuestro sistema institucional
impone la modificación del sistema electoral...”.
Partidos políticos de varios sectores se han manifestado
a favor de esta iniciativa. Existe, por tanto, una constelación
variada de apoyo a este cambio del sistema electoral.
Ambos objetivos –inscripción automática
y voto voluntario- estarían dirigidos a aumentar
la participación electoral y, muy especialmente,
de los jóvenes. Se buscaría, con ello,
fortalecer la democracia.
La participación cívica juvenil es un tema
que debe preocupar a todas las autoridades. En las elecciones
para dirigir las federaciones universitarias el porcentaje
de votantes no excede, en muchos casos, el 20% de los
alumnos; esto en temas que les competen directamente.
La tendencia al individualismo propia de la cultura
contemporánea,
por una parte, y el hecho que durante las últimas
décadas la función pública no ha
sido fomentada y en general ha estado bastante subvalorada,
ha hecho que los jóvenes encuentren vías
de participación alternativas, lejos de los partidos
políticos.
Una cultura cívica que inculque los valores democráticos,
y políticas que se acerquen a las demandas de
los jóvenes podrán comenzar a producir
este cambio cultural que Chile necesita.
En la medida que los estudiantes universitarios,
a los que corresponderá en el futuro asumir el liderazgo
de nuestra sociedad comiencen a comprometerse en una
mayor medida con los temas de interés ciudadano,
podremos esperar cambios significativos en relación
a la situación actual. |