Centro de Formación y Recursos Didácticos; un
apoyo para la innovación en la docencia

Según Armanet, el centro es "una muestra clara de que con imaginación, creatividad y el esfuerzo conjunto, somos capaces de dar pasos seguros para entregar mejor formación a esta generación de jóvenes del siglo XXI".

La transformación de la educación superior hacia la nueva sociedad de la información no depende solamente de la infraestructura, sino de la incorporación de lo digital en los hábitos y la propia cultura universitaria.

Esta es la premisa con la que se hizo realidad el Centro de Formación y Recursos Didácticos, moderna unidad académica creada a partir del desarrollo del proyecto Centro promotor de la innovación y mejoramiento de la calidad de la docencia, que se inauguró el lunes de la semana pasada.

Financiado con recursos del fondo concursable Mecesup para calidad y equidad en la educación superior, el edificio, situado en el área sur del Campus, junto al Gimnasio B en la ladera del cerro, responde a un proyecto enfocado a la innovación en la docencia, ajustándola a un nuevo paradigma centrado en el aprendizaje, tarea que compromete a todos los académicos.

La ceremonia de inauguración estuvo encabezada por el rector Sergio Lavanchy quien destacó que “tan importante como entregar conocimientos básicos, es entregar al estudiante las herramientas que le familiaricen con la investigación y con la construcción de su propio conocimiento”. Este moderno centro -dijo- “no sólo contribuye a consolidar el prestigio de nuestra Universidad, sino que además, le permite dar un decidido paso para llevar adelante el estilo de docencia que el tiempo presente requiere”.

Por su parte, la jefa de la división de Educación Superior del Mineduc, Pilar Armanet, señaló que “la renovación curricular chilena es una necesidad cierta, tanto desde el punto de vista educacional y social, como de la formación de capital humano que Chile requiere para transitar hacia una economía del conocimiento”.

A su juicio, “lo importante de este Centro es que ofrecerá servicios transversales, lo que ayuda a los intercambios disciplinarios y las conexiones entre las personas. Además, entrega competencias básicas abordadas en la Declaración de Bologna; competencias blandas como capacidad de trabajar en equipo, uso de nuevas tecnologías e incorporación de la enseñanza del inglés. Yo diría que es un finalizador de esos procesos”.

El Centro, que comenzó a construirse a mediados de julio del año pasado, consta de dos pisos articulados entre sí, conformando cuatro niveles interiores en hormigón armado. Su superficie aproximada es de mil 302 metros cuadrados, en la que se sitúan las salas para multimedia, trabajo, clases de idioma; espacios para talleres de conversación, así como para oficinas y servicios. La inversión es de $460 millones en construcción.