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Región
del Bío Bío expresa
hasta hoy su rol de refugio
La
académica de la facultad de Ciencias de la Universidad
de Chile, Carolina Villagrán, dictó la semana
pasada el curso El cuaternario en la zona centro sur de
Chile y su importancia en la biogeografía actual
para 15 alumnos del posgrado en Zoología.
Numerosas
especies de la flora chilena tuvieron en la zona centro
sur un refugio que les permitió sobrevivir a las
inclemencias de las glaciaciones del Cuaternario (período
geológico que se sitúa hace 1,8 millones
de años). Ese carácter es particularmente
importante en la octava región, donde se observa
una importante diversidad florística, como afirma
la palinóloga, académica de la facultad
de Ciencias de la Universidad de Chile, Carolina Villagrán,
quien la semana pasada dictó el curso El cuaternario
en la zona centro sur de Chile y su importancia en la
biogeografía actual para 15 alumnos del posgrado
en Zoología. El curso abarcó diversos aspectos
de este período, como las características
y patrones de eventos glaciales, evidencias que explican
la concentración de especies y las transformaciones
del área como resultado de la presencia de los
hielos, todos temas que a juicio de la relatora-
permiten comprender mejor la composición y distribución
de nuestra flora.
Las
glaciaciones explica la académica- afectaron
la zona templada y lluviosa del sur de Chile, cubriendo
desde la cordillera al mar; sin embargo en esta Región
el avance del hielo se restringió sólo a
Los Andes, dejando libres los territorios del valle longitudinal
y la cordillera de la costa, que ofrecieron resguardo
a numerosas especies del bosque. Esta zona presenta, además,
montañas relativamente altas en la cordillera de
la costa, como la cordillera de Nahuelbuta, que no fueron
glaciadas, que también favorecieron una conformación
heterogénea de ambientes para la sobrevivencia.
Para
la especialista, la Región del Bío Bío,
en su concentración de especies, expresa, hasta
hoy, ese rol de refugio. Acá se encuentra
el óptimo de la riqueza de especies forestales
y se concentran altos grados de endemismos, principalmente
en la costa. En la cordillera de la costa, especies como
queule, pitao, ruil tienen, en esta zona, una presencia
única en el país.
Desafortunadamente,
muchas de estas especies se han perdido por las perturbaciones
que suponen la deforestación de la cordillera de
la costa y su reemplazo por plantaciones exóticas.
Hechos como estos afirman la necesidad de contar con una
visión histórica de los procesos que modelan
el territorio, que permita comprender la antigüedad
y valor de nuestros bosques, que dice- son relictos
de climas pasados y que tienen alto nivel de endemismo.
(Son
bosques) que se encuentran sólo en este pequeño
territorio que es Chile... si nosotros los destruimos,
considerándolos de poco valor, vamos a perder evidencias
que son de extremada importancia para las generaciones
futuras, tanto para conocer el pasado evolutivo de nuestra
vegetación, como para preservar linajes que eventualmente
pueden tener un valor de uso. Si los perdemos no los vamos
a encontrar en ninguna otra región del planeta
-señaló-.
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