Lissette García
Subdirectora del Sernam: ¿y por qué no?

Hace un año y medio esta penquista secunda por mandato presidencial a otra ex alumna en el Servicio Nacional de la Mujer: la ministra Cecilia Pérez. Desde la subdirección de esa secretaría recuerda sus años en el Campus y reclama igualdad de oportunidades para las mujeres.

Lissette García Bustamante nació el 26 de febrero de 1963 en Concepción. Estudió Trabajo Social (la denominación que utiliza) durante los ochenta y tiene un postgrado en gestión de programas sociales orientados a la pobreza en la Universidad de Chile.

Fue directora regional de Integra y subdirectora nacional de regiones de la misma entidad. Desde 1994 a 2000 fue coordinadora nacional del programa Centros de Información de los Derechos de la Mujer del Sernam y antes de asumir la subdirección de este organismo estuvo en el Sename (2000-2001) y Conace (2001-2002).

Asegura que “difícilmente se puede encontrar una universidad más bonita y más grata para estudiar que la Universidad de Concepción”.

- ¿Qué le motivó a estudiar esta carrera?

Estaba indecisa entre el Derecho y lo social, finalmente el trabajo político-poblacional de esa época me llevó a la conclusión de que las leyes no eran tan rápidas como sí lo podía ser el trabajo social.

- ¿Fueron difíciles sus años en la universidad?

Fueron difíciles, pero eso le dio un sentido y una mística especial. Yo estudié en la Inmaculada Concepción, un colegio más bien tradicional, por lo tanto el ingreso a la universidad fue muy marcador, fundamentalmente en aterrizar en la realidad social. Fue un redescubrir muchas cosas que no me había planteado, que tienen que ver con las discriminaciones, las desigualdades, la pobreza.

- ¿Cómo ha sido trabajar junto a la ministra Cecilia Pérez?

Ha sido muy bueno, facilita mucho la cercanía en las edades y los estilos de hacer política, muy similares entre ambas, que tiene que ver con poner énfasis en las políticas públicas, las políticas sociales.

- ¿Hay algo que las distinga a ambas como ex alumnas?

Para mi fue muy fuerte todo el movimiento más rebelde de la universidad, que vinculo con la época del MIR, Luciano Cruz... No fue en la época que yo estudié, pero como fue una época compleja estaba muy vivo el espíritu de rebeldía y creo que eso me lo llevé.

- ¿Qué recuerda de esa época?

Recuerdo cuando caminábamos con amigos de Derecho, cuando llegaban los carabineros y decíamos que no nos iban a sacar y nos sacaban igual; recuerdo las bombas lacrimógenas, el casino de Los Patos, que era un lugar de trinchera y de lucha común, las fiestas con Ingeniería y Servicio Social... Tengo muy bonitos recuerdos de la universidad, independiente de que esté estudiando otra carrera en otra parte (Derecho, U. Central) mi universidad es la Universidad de Concepción.

- Y de acuerdo a su experiencia ¿qué falta por hacer para que en este país las mujeres no se sientan discriminadas?

Un estudio de Naciones Unidas dice que se necesitarían 450 años para lograrlo, pero nada nos permite mantenernos vivas hasta entonces, por lo tanto hay que acelerar los procesos. Todavía no hay igualdad aunque la Constitución la garantiza y el ¿por qué no? de nuestra campaña tiene que ver con eso, con todas las carencias que en la práctica se dan: ganamos menos que los hombres, tenemos menos representación en los puestos de poder, la maternidad se nos carga a nosotras; para llegar a la igualdad que queremos hay un largo camino que recorrer.

- ¿Ayudaría una mujer presidente?

Creo que sí, es un desafío para este país. No estoy de acuerdo con que el país no está preparado porque lo que importa es tener un buen liderazgo y alguien que lo haga bien y si puede ser una mujer espectacular.

Erwin Acevedo Ibáñez