En este Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, les exhorto en que se unan a mí para hacer oír claramente su voz acerca del VIH/SIDA. A que se unan a mí para derribar los muros de silencio, estigma y discriminación que rodean a la epidemia. Las palabras de Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas dan el marco a la celebración de esta efeméride el 1 de diciembre.

El panorama mundial no es alentador, en el último año cada minuto de cada día, 10 personas se infectaban. En las regiones más duramente afectadas, la esperanza de vida está cayendo dramáticamente. El VIH/SIDA se extiende a un ritmo alarmante entre las mujeres, que son ya la mitad de las personas infectadas en todo el mundo. Y la epidemia avanza en las regiones que hasta el momento habían quedado exentas, especialmente en Europa oriental y en toda Asia, desde los Urales hasta el Océano Pacífico.

Nuestra Universidad no ha estado ajena a esta realidad, es así como en 1993 creó el “Programa de Autocuidado en Salud, Sexualidad, ITS y SIDA” dirigido a estudiantes y comunidad universitaria, proyectando sus actividades hacia Concepción y otras ciudades, a través de acciones orientadas a la prevención en torno a sexualidad humana, ITS y SIDA.

El propósito fundamental es promover estilos de vida saludables y comportamientos sexuales responsables en la comunidad universitaria, como forma de prevenir las infecciones de transmisión sexual, SIDA y problemas de sexualidad humana.

En este lapso, ha realizado acciones de educación a la comunidad universitaria; consejería sobre afectividad y sexualidad, como también pre y post Test ELISA de detección; talleres sobre Sexo Seguro, y Formación Monitores de SIDA de alumnos universitarios, entre otras.

El camino por recorrer es grande, y de cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria dependen los resultados que se logren.