Omar
Armijo
Un administrador público penquista en Corea
Omar
Andrés Armijo Mancilla tiene 28 años. Es
administrador público egresado de nuestra casa
de estudios el año 2000 con el segundo mejor promedio
de su generación -y reconocido por sus pares como
mejor compañero-. Trabaja en el programa social
del Fondo Nacional de Discapacidad, Fonadis, de los Alamos,
y asegura que la vocación pública está
arraigada en sus creencias y forma de vida.
Omar
es el primer becado chileno a Corea en el programa Korean
language and cultural studies que, a través del
ministerio de Educación de ese país, ofrece
becas a todo el mundo. Esta es la primera vez que incluyen
un cupo para Chile y que Omar aprovechará para
realizar un programa de master que se divide en tres etapas
(tres años). En la primera, participará
en el programa de lengua y cultura coreana y al finalizarla
postulará a una especialización en una universidad,
ya sea en el área económica, administración
pública o comercio exterior.
Esta
historia parte en agosto, cuando se acercó a la
dirección de Asuntos Internacionales buscando posibilidades
de estudios en el extranjero. Mario Silva director
de la repartición- fue un siete y me ayudó
a buscar un programa que se ajustara a mis necesidades.
La Dirección me ayudó a postular y me apoyó
en todos los trámites necesarios, señaló
con satisfacción.
¿Siempre
pensaste que a futuro seguirías estudiando?
Si.
Estaba seguro de que iba a ser así. Creo que uno
se tiene que seguir perfeccionando en lo que hace. Seguir
estudiando es una herramienta que me va ayudar a hacer
algo por mi entorno. Creo firmemente en que uno tiene
que hacer cosas por su ciudad o, por qué no, por
su país. Aunque nunca me imaginé que me
iba a ir tan lejos.
¿Cuándo
supiste que habías ganado la beca?
La
carta oficial, de la embajada coreana llegó a mi
casa a principios de noviembre, pero yo desde mediados
de septiembre ya sabía que me la había ganado.
¿Cómo
fueron tus trámites de postulación?
Lo
que me tenía más nervioso era la entrevista
con el cónsul de Corea, Whan-Seon Park. Mi papá
me acompañó a la reunión.
Yo
estaba súper nervioso, no sabía si para
saludarlo tenía que hacer una reverencia o sacarme
los zapatos o darle un apretón de manos. Menos
mal que toda la tensión desapareció cuando
entramos a su oficina, incluso hizo pasar a mi papá
a la entrevista. Ahí nos relajamos, hablamos en
inglés y él trataba de hablar un poco de
español. Fue un momento bastante entretenido.
¿Hay
algunas claves que puedas señalar como fundamentales
para obtener una beca?
En
mi caso las notas fueron una tremenda ayuda: obtuve el
segundo mejor puntaje de mi promoción. Otra clave,
por lo menos para mí, fue el dominio del inglés.
Manejar esa lengua fue tan fundamental como las buenas
notas.
De
todas maneras yo creo que la formación tiene que
ser integral, no sólo buenas notas, sino que también
mantener buenas relaciones con tus pares.
¿Cómo
esperas que sea tu experiencia en el oriente?
Siempre
me ha llamado la atención esa cultura, la comida...hasta
las mujeres son preciosas. Espero aprovechar al máximo
esta oportunidad: viajar todo lo que pueda viajar el primer
año (que es el año en que sobretodo me dedico
a ambientarme con la cultura y con la lengua); comer todo
lo que pueda comer (excepto mariscos porque soy alérgico
a ellos; la primera vez que los comí mi cara parecía
globo y me llevé el tremendo susto); y aprender
lo más que pueda el idioma, aunque tengo entendido
que el inglés es prácticamente la segunda
lengua que se habla, ahí no tengo problemas.
Entre
los objetivos que este profesional de nuestra casa de
estudios espera recoger de su próxima experiencia
que comenzará antes del 25 de febrero, fecha
en la que ya tiene que estar instalado en Seúl-
se encuentra el lograr sobresalir en lo que va a hacer.
Tiene claro que no es suficiente ser un buen alumno, sino
que tiene que resaltar en lo que se va a desempeñar,
tanto en lo académico como en lo interpersonal.
Voy con confianza de que lograré el éxito.
Estoy tranquilo porque sé que éste es sólo
mi primer paso, señaló.
Karina
Fuentes
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