En
medio de las discusiones en el parlamento sobre la firma
del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos,
que sigue a los ya firmados con la Unión Europea
y Corea, ha tomado fuerza un proceso de reflexión
en torno a los cambios cualitativos que deberá
sufrir la Educación Superior en nuestro país
para adaptarse este nuevo entorno.
En
el seminario efectuado en la CEPAL recientemente, que
fue organizado por el Consejo Superior de Educación,
del cual se da cuenta en la página 5, los principales
actores de la Educación Superior chilena abordaron
este tema.
Hay
que recordar que desde 1998, con la declaración
de la Sorbona, en Europa iniciaron un proceso para promover
la convergencia entre los sistemas nacionales de educación
superior. Un año después, los ministros
de cada país miembro de la Unión refrendaron
en la Declaración de Bologna la importancia de
un desarrollo armónico del espacio europeo de educación
superior antes de 2010.
Por
medio de diversos seminarios y foros en todos los países
se está buscando tener programas académicos
convergentes que aseguren una calidad docente, adoptando
el sistema de transferencia de créditos para permitir
un reconocimiento académico de títulos,
una movilidad entre países y un aprendizaje a lo
largo de toda la vida.
Chile,
socio de la Unión Europea, tiene que ponerse al
día en este sentido para lograr en el año
2010, al igual que los países miembros de la Unión,
los estándares de calidad requeridos que permitan
el proceso de armonización preconizado por las
declaraciones.
Sin
embargo, es necesario también estar alerta ante
los peligros que acarrea la globalización y analizar
exhaustivamente formas de acreditación y certificación
que permitan regular la llegada de instituciones extranjeras
de educación superior.
La
globalización, que llegó para quedarse,
tiene sus pro y contras con los cuales hay que aprender
a convivir.
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